Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
En imágenes: fiestas y turismo dan brillo a las barras de Vitoria
Pilar Barco
Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.
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