El caso de Caroline Palta es de los de uno que pasan entre un millón, pero no de los buenos, si no de la lotería de la mala suerte, como la de coger una gripe B y acabar en un coma inducido del que finalmente salió en silla de ruedas con una larga rehabilitación de por medio. Tanto le ha cambiado la vida a esta colombiana que vive en Vitoria desde los 12 años que ha lanzado una petición de ayuda para recaudar fondos a través de la plataforma GoFundMe (https://www.gofundme.com/f/la-vida-me-ha-cambiado-y-necesito-de-tu-ayuda) para costearse parte de la silla de ruedas y poder comprarse una cama articulada, un colchón antiescaras (que no genera úlceras por presión) o un ápex (motor auxiliar para silla de ruedas), entre otras. Se ha marcado el objetivo de reunir 10.000 euros y ayer ya llevaba 4.600.

Todo empezó cuando esta mujer de 34 años se contagió de la gripe B a finales de febrero: “Llamé al médico para que me diera la baja, pero después me seguía sintiendo mal. Me dijo que la gripe B atacaba a los pulmones o a la tripa”. Lo último fue lo que le pasaba a ella, debido a los fuertes pinchazos que le estaban dando en esta parte del cuerpo, “pero que básicamente era normal, que me tranquilizara. Nunca me dijo que podía atacar al corazón”.

Aunque lo hizo. Una noche se desmayó “y al levantarme, me fui para Urgencias del HUA-Txagorritxu. Allí, me dijeron que tenía una miocarditis, que el corazón estaba muy inflamado, pero que en Vitoria no podían hacer nada por mí porque probablemente necesitaría la ayuda de máquinas para que mi corazón se mantuviera bien, porque ya estaba muy débil”.

Infarto medular

Así que trasladaron a Palta al Hospital de Valdecilla de Santander. “Allí, según me dijeron, llegué prácticamente muerta y lo que hicieron fue conectarme dos máquinas para que mi corazón no hiciera esfuerzo. Estuve 14 días en un coma inducido hasta que desperté. Le dijeron a mi familia que el uso de esas máquinas podía producir algún coágulo y con tal de salvarme la vida, lo aceptaron. Y, desgraciadamente, así fue. “No sé si fue por las máquinas o por la miorcarditis, pero se me creó un coágulo que fue a la médula. Y en cuanto me desperté, me operaron de urgencia porque me estaba presionando la médula. Luego me dijeron que en algún momento se me había producido un infarto medular y perdí la movilidad. He quedado parapléjica. Desde debajo del pecho prácticamente no siento nada. Es irreversible”.

Por eso, la campaña de recaudación de fondos es para costearse todo lo que necesita, “como la parte de la silla de ruedas que no cuenta con subvención. Hasta que me llegue, me van a prestar una silla del hospital porque yo sigo ingresada. De Valdecilla, en cuanto me mejoraron el corazón, me mandaron para Cruces, donde hay una sección de Lesionados medulares y estoy haciendo rehabilitación”, detalla.

Sin embargo, el dinero, sobre todo, lo necesita para hacer más accesible su casa, con una cama articulada, un colchón antiescaras y una tabla de transferencias a la ducha, “porque en casa tengo bañera” o para salvar distancias en la calle con un motor auxiliar para silla de ruedas, porque la suya será manual.