El Domingo de Resurrección es el día grande de la cristiandad y, por ello, Vitoria lo ha celebrado con la procesión de estandartes desde San Pedro para terminar con la Misa Pontifical de Resurrección, presidida por el Obispo de Vitoria en la Catedral Nueva.
Al tercer día de ser crucificado, Cristo resucitó y se apareció primero a las mujeres con María Magdalena a la cabeza, luego a Pedro y después a los demás Apóstoles. Esta historia ha sido recogida en los cuatro Evangelios y transmitida incontables veces entre generaciones. Es celebrada el último día de la Semana Santa, pero los preparativos para celebrar este día comenzaron en la noche del Sábado Santo.
Poco antes de la medianoche, el Obispo de Vitoria D. Juan Carlos Elizalde celebró la Vigilia Pascual en la Catedral Nueva como anticipo que anuncia la noticia de la Resurrección del Señor. En ella, bautizó y confirmó a tres personas –sacramentos de alegría– en una celebración especial con el templo totalmente a oscuras, con todos los fieles portando velas encendidas, con varias lecturas sagradas desde el Antiguo Testamento hasta la Resurrección de Jesús. También bendijo el fuego del cirio pascual que presidirá los siguientes doce meses el altar mayor de la Catedral y que simboliza a Cristo como la luz del mundo.
A las 12.00 del Domingo de Resurrección, saliendo de la parroquia de San Pedro Apóstol y recorriendo en procesión varias calles del centro, los estandartes de las Cofradías Penitenciales de Vitoria-Gasteiz y de representaciones de las cofradías de San Prudencio, Nuestra Señora de Estíbaliz y la Virgen Blanca -entre otras hermandades de Vitoria y de Álava- entraron en la Catedral de María Inmaculada y celebraron la Misa Pontifical de Pascua de Resurrección.