De manera paralela al imparable progreso tecnológico de la sociedad, los delincuentes también se amoldan a los nuevos tiempos y un ejercicio tras otro aumentan de manera imparable los delitos cometidos desde el ciberespacio. La importancia que van adquiriendo estos ciberdelitos se pudo observar durante el periodo más duro de la pandemia, donde las infracciones penales presenciales sufrieron un descenso considerable, motivado por las restricciones al movimiento de las personas.

En estos ciberdelitos el daño o perjuicio económico a la víctima se producen sin la presencia física del autor; y la ubicación del delito, debido a su virtualidad, no tiene por qué coincidir con la del autor, desbordando en gran parte los casos de la soberanía del Estado, teniendo que recurrirse a la cooperación internacional.

En Álava se instruyeron en los pasados doce meses un total de 3.437 partes por parte de la Ertzaintza y la Policía Local. En comparación con los años precedentes y después de las peculiares situaciones vividas el incremento en esta modalidad de delitos ha llegado para instalarse de manera definitiva y con una tendencia al alza teniendo en cuenta la imparable tendencia a vivir pegados a una pantalla en el primer cuarto del siglo XXI. El subidón de los ciberdelitos en Álava a lo largo de 2022 presenta porcentajes superiores a los 30 puntos, tanto en su comparación con el año precedente (36,28%) como si se abre ese abanico a antes de la irrupción del coronavirus (35,37%).

Las preferencias de los delincuentes cibernéticos están claramente definidas y fijadas en el territorio al decantarse de manera abrumadora (89,17%) por las estafas (3.065). En el 12% restante de delitos informáticos la usurpación del estado civil empieza a escalar posiciones y a convertirse en práctica habitual. Hasta 196 situaciones se dieron a lo largo de los pasados doce meses con una actuación que busca apropiarse de todas las cualidades de una persona real, simulando ser ésta en distintos actos jurídicos. La conducta típica de la usurpación de identidad o estado civil es fingir ser otra persona real y verdadera con la clara intención de beneficiarse o producir un daño. Las infracciones contra la libertad cierran el capítulo de los ciberdelitos más habituales en Álava con 126 infracciones. Los casos de amenazas y coacciones a través de la red y desde el anonimato que brindan las pantallas fueron los más habituales (110) seguidos de 16 infracciones de acoso. En la lista de ciberdelitos en Álava asoman también el contacto con menores de 16 años con fines sexuales.