La falta de vocaciones en algunas ordenes religiosas de vida activa sigue provocando el cierre de comunidades en diferentes puntos de nuestro país. Es el caso de las popularmente conocidas como compasionistas, oficialmente Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión, quienes echan sus raíces en nuestra ciudad en el año 1969, aunque antes ya estaban trabajando en Álava desde 1942 colaborando en tareas educativas en el Colegio de los Hermanos Menesianos de Nanclares de la Oca.

Desde los Desamparados

En el último año de la década de los 60 esta comunidad se estableció en la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados para atender la guardería infantil y el comedor de obreros, además de otros servicios y obras sociales en este céntrico barrio.

¿Quiénes son las compasionistas?

La fundación de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión se remonta a 1817 en la ciudad francesa de Toulouse. Allí, el sacerdote Maurice Garrigou y la religiosa Jeanne Marie Desclaux, afectados por la hostilidad a consecuencia de la Revolución Francesa, sufren ersecución, cárcel y clandestinidad, algo que les marcó en su vida de fe llevándoles a crear esta congregación dedicada a quienes más sufren, a los más pobres y necesitados para hacerles llegar la compasión de Jesús a través de la inclusión, la salud y la educación. Estas religiosas, que trabajan a día de hoy en tres continentes –Europa, América y África– tuvieron en 2017 un año jubilar concedido por la Santa Sede debido a los 200 años de su fundación. Han estado presentes en Vitoria-Gasteiz desde el año 1969 con una comunidad en el barrio de Adurza. Este domingo, tras más de medio siglo de presencia activa y trabajando hasta el final, dirán adiós a su etapa en la capital alavesa en una emotiva misa presidida por el párroco de San Ignacio, Satur Yanguas y con la participación de todas las parroquias de la zona.

En 1974 dejan la atención en esta zona y pasan a atender el comedor del Hogar Alavés hasta 1979, donde apoyaron a miles de jóvenes familias que necesitaban de un impulso para sus proyectos personales y profesionales.

Sobretodo, en Adurza

Desde entonces han seguido vinculadas a este barrio de Adurza dedicándose a la enseñanza, a la sanidad y a la asistencia social además de colaborar pastoralmente con las parroquias de esta zona como son San Cristobal, San Juan de Aretxabaleta, Sagrado Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola.

Y será en este último templo donde este domingo se las despedirá con una celebración de acción de gracias a las 12.00 horas por todos estos años y por su trabajo silencioso en beneficio de los más necesitados, primero de la zona de Desamparados y luego del sur de la ciudad.

Será en este último templo donde este domingo se las despedirá con una celebración de acción de gracias a las 12.00 horas por todos estos años

Falta de vocaciones

El motivo de su marcha responde a la falta de vocaciones y de relevo. Hace poco más de un mes falleció una compasionista quedando la comunidad reducida a dos monjas, una de ellas enferma, ambas de avanzada edad. Por ello, la casa madre de esta orden religiosa de vida activa ubicada en Tolouse, Francia, y previa consulta al obispo de Vitoria, acordó cerrar esta comunidad en la capital alavesa para reubicar a estas dos ultimas religiosas.

Pastoral vocacional

Esta orden ya está trabajando desde hace varios años en la pastoral vocacional para atajar el problema de tomar el testigo. En la actualidad, en todo el mundo, hay 250 religiosas repartidas en 32 comunidades. En España están presentes en 18 comunidades que se verán reducidas a 17 tras el cierre de la de Vitoria. En Euskadi tienen presencia en Basauri y Erandio, donde también sufren falta de relevo.