El pasado 6 de enero se despertaron muy pronto. Como en la mayoría de las casas donde hay niños, la ilusión y los nervios por ver si los Reyes Magos habían cumplido con lo escrito en sus cartas hizo que muchas familias alavesas madrugaran más de lo normal.

La mayoría de los árboles de Navidad estaban cargados de regalos por la mañana. Junto a zapatos y zapatillas, y al lado de vasos de leche a medias y restos de galletas, un montón de paquetes se apilaban en muchas casas de Vitoria.

Y en casa de Uxue, una niña de Vitoria de siete años, no fue una excepción. Ella y su hermano disfrutaron del regalo que Melchor, Gaspar y Baltasar les habían dejado en el barrio de Salburua.

Pero a media mañana, cuando fueron hasta la casa de su abuela en Aranbizkarra a ver qué habían dejado los Magos de Oriente, la decepción fue más que evidente cuando Uxue abrió su regalo, y también para el asombro de sus padres. No era lo que ella había pedido en la carta.

Sin embargo, fue el propio rey Melchor quien se encargó de solucionar el error. Al día siguiente le envío una carta a Uxue, que recibió en el buzón de su casa explicándole lo que había pasado.

"Me he enterado de que me he equivocado con uno de tus regalos. Lo siento, ha sido un fallo".

A continuación, el Mago de Oriente le cuenta que debido al "enorme trabajo que tienen esa noche, ha confundido su paquete".

Y le da una solución: cambiar el regalo por el que había pedido en la carta. Sin olvidar el emotivo mensaje final que le deja a Uxue, y es que "espera que el año que viene le siga pidiendo a él los regalos".

La carta del rey Melchor a una niña de Vitoria