Los vitorianos y vitorianas que peinan canas o ya no se peinan recordarán que a finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado surgió en Gasteiz una iniciativa llamada a retrasar en la medida de lo posible el inicio de los menores en la cultura del alcohol. Las discotecas light triunfaron y demostraron a miles de adolescentes que se podía salir de noche, disfrutar con los amigos y vivir los primeros escarceos amorosos sin más estímulos que los zumos, los batidos y las bebidas carbonatadas. Más de tres décadas después, y tras dos años en los que la Nochevieja ha quedado restringida al ámbito doméstico por culpa del coronavirus, varios establecimientos de la ciudad han optado por ofertar cotillones dirigidos al público adolescente, sin alcohol de por medio, algunos tras experiencias previas que resultaron ser todo un éxito.

“Los menores son los que menos opciones tienen en el mercado”, señala Irantzu, del restaurante Olárizu, uno de los locales que ha apostado por un público que ha respondido. “Pusimos las entradas a la venta el miércoles y se agotaron en dos horas”, explica Irantzu, quien añade que además la ausencia de bebida le ahorra muchos problemas a todo el mundo. No en vano, en la mayoría de los partes de fin de semana de la Policía Local el alcohol juega un papel determinante. “Una vez que metes alcohol hace falta mucha más seguridad, logísticamente es muy diferente”, explica Irantzu en ese sentido.

Además, el hecho de organizar una fiesta para menores (por 58 euros y con cuatro consumiciones incluidas) elimina las rigideces que tienen los eventos para mayores en estas fechas. En el Olárizu no habrá ni media etiqueta ni entera. “Son chavales, así que pueden venir como quieran”, invita Irantzu a una fiesta que arrancará tras las campanadas e incluirá bolsa de cotillón y música en directo.

También han agotado las entradas, en apenas una semana, en El Reservado de la calle Libertad. “Y en el 2019 se agotaron en cuatro horas, en el 2021 en cuatro horas también, aunque luego el Gobierno Vasco lo canceló. Las pusimos a la venta a las cinco de la tarde y a las nueve de la noche estaban agotadas”, explica Jorge.

El responsable del establecimiento cuenta que la de este año va a ser ya su cuarta fiesta de Nochevieja para menores de edad, y explica la razón de esa apuesta, más allá de la buena respuesta del público. “Hay menos problemas, en general, y la gente se lo pasa igual de bien”, afirma Jorge, quien puntualiza que “otra cosa es cómo vengan de donde vengan, y como lleguen a sus casas, porque luego podrán ir a otros sitios, pero aquí dentro no hay alcohol”.

Lo que sí hay en este cotillón, cuyo precio es de 55 euros, es reguetón, pero también disco, house y música de los ochenta. “Como la tradición en sus casas es esa, la habrán escuchado mil veces y les gusta, lo cantan y lo disfrutan”, afirma.

En cuanto al público que ha elegido El Reservado para la Nochevieja, la mayoría son jóvenes de 16 o 17 años, pero hay también “hay mayores de edad que van a ir; lo han pasado bien otras veces y quieren repetir, ven que no hace falta alcohol para pasarlo bien, que es una leyenda urbana”.

Jorge, por otro lado, quiere subrayar que los pioneros de los cotillones para menores fueron los responsables de El Caserón de Armentia, que tras cerrar “dejó ese nicho de mercado vacante hasta que empezamos otros a hacerlo”.

Además de estos dos establecimientos, también The Bay, en la calle San Antonio, ha optado este año por ofertar un cotillón light para menores de edad. Las entradas cuestan 60 euros e incluyen cinco consumiciones sin alcohol, recena, bolsa de cotillón, desayuno y el sorteo de un viaje.

Además de esta oferta de cotillones light para el público más joven, la capital alavesa también ofrece fiestas al uso para todo tipo de públicos y sin restricciones en la barra. Así, Le Coup oferta por 60 euros cinco copas y una cena fría, y además se sorteará una televisión de 55 pulgadas, cenas en restaurantes de la zona, y se anuncian además sorpresas.

Las reservas para asistir se pueden realizar en los números de teléfono 607383341, 618493149 o 658704362. Txolo, encargado de organizar la fiesta en la sala de la calle Beato Tomás de Zumárraga, explica que aunque la venta de entradas va “bastante avanzada”, todavía se pueden adquirir en los teléfonos mencionados y en la propia sala. Txolo afirma que este año percibe muchas ganas de salir en Nochevieja, tras el parón pandémico, cree que “mucha gente querrá estar también en exterior”, y asegura que hay locales en la ciudad que incluso cerrarán sus puertas para albergar fiestas privadas.

Otros cotillones tradicionales

También por 60 euros, la sala Kubik del centro de Gasteiz celebra esta Nochevieja un cotillón que ofrece cuatro consumiciones, ropero gratis, cóctel de bienvenida, campanadas con gominolas, un kit de fiesta, cena y desayuno caliente.

La sala Glow de la calle Florida, por su parte, ha organizado dos tandas de venta de entradas, la primera a 50 euros y la segunda a 60. En la fiesta, a la que habrá que acudir de media etiqueta, se servirá un catering navideño, y habrá gominolas y un kit de cotillón. Ademas, con la entrada se incluirá una invitación al cotillón de Reyes, y en la sala habrá gogós, un show visual y un artista sorpresa.

En la sala Mítika de Dendaraba abrirán las puertas a las 1.00 horas, y por 50 euros ofrecerán tres consumiciones, una cena fría, un kit de fiesta, la animación a cargo de los DJ Raúl Vaquero y Peke, la actuación del grupo de zancudos vallisoletano Kull D’Sac y zona VIP.

En la Jimmy Jazz ya está completo el aforo para una velada de Nochevieja que contará con las actuaciones de Rosa Mari, Malandro, Santa Klaux, Villatek y Arosound.

Tres salas, una con reguetón, otra de “temazos antiguos” y una más con deep house ambientarán la Nochevieja en Nakala, el antiguo The Garage de la plaza de San Antón, que oferta diferentes packs para disfrutar de la fiesta. El básico cuesta 35 euros e incluye tres consumiciones, y el exclusive ofrece cinco consumiciones por 70 euros. Además, en los reservados VIP se oferta un pack para seis personas de 350 euros, con dos botellas y una cachimba; y un segundo paquete de 1.200 euros, para 15 personas, con cinco botellas y tres cachimbas.

Cotillones light

Olárizu. La entrada al cotillón cuesta 58 euros e incluye cuatro consumiciones.

El Reservado. Por 55 euros también se puede disfrutar de cuatro consumiciones en el establecimiento de la calle Libertad.

The Bay. En el local de la calle San Antonio la entrada cuesta 60 euros e incluye cinco consumiciones sin alcohol.

Las frases

Irantzu “Una vez que metes alcohol hace falta mucha más seguridad, logísticamente es muy diferente”

En el restaurante Olárizu explican que el público adolescente no tiene muchas opciones para salir en Nochevieja, y por ello probablemente las entradas para el cotillón de este establecimiento se agotaron en apenas dos horas.

Jorge “hay mayores de edad que van a ir; lo han pasado bien otras veces y quieren repetir”

El responsable de El Reservado subraya que esta va a ser ya la cuarta vez que organizan un cotillón ‘light’, donde muchos jóvenes han podido comprobar que sin alcohol se lo pueden pasar “igual de bien”.