El gabinete Urtaran ha aprobado hoy sacar a concurso los servicios de redacción y asesoramiento en la revisión del Plan Especial de Rehabilitación Integrada (PERI) del Casco Viejo de Vitoria. Habrá de formularse de acuerdo a la legislación urbanística y sectorial vigente, incorporando entre otras cuestiones, las relativas a la documentación ambiental, el impacto acústico, la participación ciudadana, la perspectiva de género y el impacto sociolingüístico. El plazo de ejecución es de 18 meses y el presupuesto de 250.000 euros, IVA incluido.

El PERI vigente fue aprobado definitivamente en 2006 y, por lo tanto, está aún sin adaptar a los cambios legislativos operados en el campo de planeamiento y protección del patrimonio desde entonces. Además, el Ayuntamiento cree oportuna su redacción en este momento en el que se está revisando el propio Plan General de Ordenación Urbana de Gasteiz, de modo que ambos documentos puedan estar debidamente articulados.

Previo a este paso, el Ayuntamiento había contratado el estudio de impacto y perspectiva de género, apoyado en un proceso participativo, que posteriormente se incluirá en la revisión del PERI, tal y como se informó en la reunión de la Mesa para la Regeneración del Casco Medieval celebrada en junio. 

Los resultados de ese estudio, que incluye propuestas de los agentes y asociaciones vecinales de la almendra medieval, acaban de ser presentados y se incorporarán a la modificación y revisión del PERI.

Revertir su deterioro

El alcalde, Gorka Urtaran, ha recordado que la elaboración del PERI es uno de los compromisos inmediatos recogidos en el PERI del Casco Histórico que el Ayuntamiento está coordinando a través de la sociedad municipal Ensanche 21 Zabalgunea para intensificar la intervención pública en el Casco Medieval. 

El objetivo, “revertir su deterioro y asimilar sus condiciones socioeconómicas, urbanísticas, edificatorias, ambientales y de gestión a las del resto de la ciudad, diseñando unas líneas estratégicas que permitan dar cumplimiento a las actuales exigencias normativas en materia de patrimonio, urbanismo, construcción, sostenibilidad y eficiencia energética, así como de equidad y perspectiva de género”. En definitiva, “para mejorar la calidad de vida de las personas que habitan este barrio tan representativo de la ciudad”, añade.