Mediados de marzo de 2020. Todos a casa. El confinamiento por la pandemia empezaba y con él un periodo de incertidumbre que hoy puede parecer muy lejano pero que, como quien dice, pasó hace cuatro días. No hay que perder de vista, por ejemplo, que las últimas restricciones para actos culturales no terminaron en el País Vasco hasta principios de febrero de 2022. En infinidad de conciertos, actuaciones teatrales y humorísticas, festivales... estuvo, cámara en mano, Stuart MacDonald (Music Snapper). Su mirada se plasmó en más de 20.000 imágenes de momentos irrepetibles. Con 600 de ellas se compone la exposición que Zuloa muestra desde hoy.
En concreto, el espacio de la calle Correría inaugura a las 19.30 horas MusiCulture To The Front: Volume 1 by music snapper, todo un diario de la vida cultural de Vitoria y Álava durante los momentos de restricciones derivadas de la presencia del covid-19. La intención del conocido y reputado fotógrafo, en aquellos momentos tan duros, fue apoyar a artistas, programadores, técnicos, público... a través de su trabajo, queriendo dejar testimonio gráfico de tantos esfuerzos, momentos, aplausos y sonrisas... aunque fueran detrás de una mascarilla.
La importancia de la cultura
A la espera de que todo el material recopilado se pueda materializar en un fotolibro o formato similar, esta muestra es también un reflejo de cómo muchas personas, a raíz del confinamiento, “volvieron a darse cuenta de lo necesario que es leer, escuchar, ver, compartir... cultura”, apunta el fotógrafo.
En esta línea, la exposición es, además, un reconocimiento a quienes hicieron todo lo que estuvo en sus manos y más para poder llevar a cabo actos culturales. Aquí, por ejemplo, solo un detalle: el 50% de las imágenes que se muestran retrata a personas trabajando en conciertos y actuaciones varias, desde montadores hasta técnicos de luces y sonido pasando por un amplio abanico de perfiles. Y, por supuesto, no falta el público. Todo lo contrario.
En Hell Dorado, Jimmy Jazz o en la Urban, en el proyecto conjunto que se llevó a cabo en el Iradier Arena, en... Las imágenes son un fiel reflejo de ese camino, más allá de que cada una guarde una y mil anécdotas, como la de aquella señora que se encontró un concierto en plena calle y pidió tocar un poco...
A punto de perderlo todo
Un problema informático estuvo cerca de llevarse el archivo creado durante casi dos años. Por fortuna se recuperó casi todo, pero no el 100%. “Estuve llorando un día”, confiesa el autor. Otro aliciente más para no perderse esta muestra.
Por supuesto, en ese recorrido visual no faltan los propios artistas. Al contrario. Aparecen actuando, pero también en posados improvisados antes o después de salir a las tablas, “retratos rápidos” llevados a cabo en un contexto que, para todos en el sector cultural, se tradujo en “situaciones muy difíciles”. Fue, aunque algunos no se lo crean, hace no tanto. Aquí está su diario.