Insólita decisión de las usuarias de un centro cívico de Vitoria

A pesar de que Aldabe cuenta con mayor vigilancia y más medidas de control desde que se coló un hombre en los vestuarios de mujeres el pasado 15 de noviembre, han sido las propias afectadas las que han decidido adoptar una medida insólita.

A la hora de ducharse una vez que finaliza su clase de gimnasia, han decidido utilizar todas el mismo vestuario, en vez de repartirse en los dos que hay, para incrementar su propia seguridad.

A pesar de tener que compartir un espacio más pequeño y tener que esperar al turno de la ducha, es una manera de reforzar ellas mismas las medidas de control de acceso al vestuario y evitar que personas ajenas se cuelen.

Vigilancia de los trabajadores

Además de esta medida que han puesto en práctica las propias mujeres usuarias, desde hace unos días la zona de taquillas y vestuarios está vigilada en los cambios de clase por trabajadores del centro cívico.

Dos operarios controlan tanto las taquillas como el acceso a las escaleras que suben a la cancha para evitar que personas ajenas puedan colarse en los vestuarios.

Un hombre se coló en el vestuario femenino

Un individuo desató el caos en Aldabe el pasado martes 15 de noviembre. A las 19.30 horas, cuando finalizó una de las clases de gimnasia que se imparten en el centro cívico, los alumnos se fueron a los vestuarios a cambiarse de ropa.

En ese momento, mientras las chicas de la clase de condición física se estaban duchando, un hombre se coló en el vestuario.

Tal y como han explicado testigos del suceso, inmediatamente al percatarse, las mujeres comenzaron a gritarle y se enfrentaron a él, recriminándole que estuviera en el vestuario femenino y "justo al lado de las mochilas". En ese momento, el individuo huyó.

Las voces y el caos provocado alertaron al resto de usuarios de los vestuarios contiguos y a algún monitor que estaba en las instalaciones, así como a trabajadores del centro cívico.