En mayo de 1987 se constituyó la Fundación Jeiki dentro de la metodología de Proyecto Hombre y promovida por la Diócesis de Vitoria y, muy especialmente, por el obispo en aquel momento, José María Larrauri. Treinta y cinco años después, la organización sigue trabajando por atender, prevenir, tratar y rehabilitar a la población alavesa drogodependiente y a sus familiares para ofrecerles una salida del oscuro túnel de la droga y posibilitarles una nueva vida. Más de tres décadas han pasado desde sus inicios, caracterizados por el contexto de la heroína que segó a toda una generación vasca, hasta el día de hoy, con una “situación muy diferente”, pero donde las drogas siguen causando mella en buena parte de la sociedad.

El Palacio de Villasuso acogió ayer “un día especial”, de reconocimiento a la labor social realizada por Jeiki durante todos estos años, pero también de trabajo para analizar y mejorar el tratamiento de las adicciones actuales y permitir, tal y como dice su propio nombre, “levantarse” y volver a impulsar la vida de miles de personas. Tras la apertura institucional y la primera jornada de ayer, el congreso analiza este viernes los retos para hacer frente a la drogadicción desde muy variadas vertientes en una doble jornada dirigida a profesionales del tercer sector. Los tiempos cambian, también las drogas y el acceso a las mismas, así como el contexto social; pero la lacra de los estupefacientes continúa muy presente en nuestra sociedad. Es más, la pandemia y la crisis actual ha propiciado “un repunte” de los consumos. “Las limitaciones experimentadas por la pandemia han servido de estímulo para seguir atendiendo a las personas que sufren una adicción y sus familias y a adolescentes que necesitan apoyo respecto a adicciones, problemas en la escuela, intrafamiliares o de salud mental, entre otros”, destacó el director gerente de Jeiki, Javier Mariño.

Vulnerabilidad

Actualmente y atendiendo a los datos ofrecidos por la propia fundación, el perfil de las personas más vulnerables a las drogas es el de varón, residente en Vitoria, de 36 años de edad, con estudios de formación profesional y con consumo de varias sustancias, entre las que destaca por encima de todas, en un 44% de los casos, la cocaína. El mayor número, un 40%, se acerca a Jeiki “por iniciativa propia”, un 30% lo hace animado por personas de su entorno, fundamentalmente familiares y amigos y otro 30% es derivado por los profesionales del ámbito sociosanitario. Los datos indican que el 48% de los atendidos se encuentra en situación de desempleo, aunque un porcentaje similar, el 46%, solicita iniciar su tratamiento durante su etapa laboral. Al consumo de cocaína, le siguen los problemas por el abuso con el alcohol, con un 20%, que afecta principalmente a las mujeres. El cannabis y el speed son los siguientes en la lista con un 13% y 8% respectivamente, siendo consumidos de manera similar entre hombres y mujeres. El consumo de heroína, unida en ocasiones a la cocaína, es señalada por un 6% de los pacientes. La adicción a las drogas suele estar asociada a otros tipos de problemas como el desarraigo social, desestructuración familiar, delincuencia, aislamiento, sometimiento o factores mentales, entre otros. Jeiki señala que un 13% de las personas atendidas conviven con otro tipo de dependencia comportamental como es el juego o con factores emocionales. En este sentido, alerta del incremento de este tipo de adicciones entre los adolescentes y jóvenes.

El 80% de los atendidos son hombres y el 20% mujeres. La edad media, que se sitúa en los 36 años en el caso de los varones, sube un año, hasta los 37, en el caso de las mujeres, siendo la franja de edad de los usuarios muy amplia, entre los 18 y los 71 años. La mitad de las personas que requieren ayuda, el 50%, tienen una edad comprendida entre los 25 y 39 años, un 40% tiene 40 o más años y el 10% restante menos de 25 años. En cuanto a la convivencia, la mayoría, un 60%, vive con su familia, pareja o hijos, un 30% vive solo o comparte piso y un 10% se encuentra en otra institución a la hora de ser atendido por Jeiki como albergues, casas de acogida, prisión u hospitales, entre otras.

A lo largo de estos 35 años, la Fundación Jeiki ha atendido a más de 26.000 personas que darían una cifras de más de 740 pacientes al año. Principalmente, residentes en Álava (73%), aunque también atiende a personas del Alto Deba y Miranda de Ebro, entre otras localidades. Aparte de estas atenciones, ha realizado acompañamientos a 1.645 jóvenes y adolescentes, así como a los más de 1.500 padres, madres y adultos de su entorno. La organización también realiza labores de prevención y educación para la salud que han llegado a más de 17.000 personas y ha atendido a más de 1.900 profesionales del tercer sector. Un largo camino recorrido que alienta al que está por venir.

Las cifras

26.000 Atenciones. La Fundación Jeiki ha atendido a más de 26.000 personas con problemas de drogadicción en sus 35 años de vida, desde 1987 hasta la actualidad. La entidad, constituida por la Diócesis de Vitoria, Cáritas y la Fundación Molinuevo, dentro de la metodología de Proyecto Hombre; ofrece programas de prevención asistencia y reinserción social. Además de la atención a los propios afectados, ayuda, acompaña y asesora a las familias y su entorno más cercano, ; realiza labores de prevención y educación y ofrece espacios de análisis y trabajo a los profesionales del tercer sector en Álava.

36 Años. La media de las personas atendidas se sitúa en los 36 años en el caso de los varones, subiendo a los 37 años en las mujeres. El 50% de las personas que requieren de ayuda tienen una edad comprendida entre los 25 y 39 años, un 40% tiene 40 o más años y el 10% restante, menos de 25 años. En cuanto a la convivencia, un 60%, vive con su familia, pareja o hijos, un 30% vive solo o comparte piso y un 10% se encuentra en otra institución a la hora de ser atendido por Jeiki como albergues, casas de acogida, prisión u hospitales, entre otras.

44% Consumen cocaína Las personas que demandan tratamiento presentan consumo de varias sustancias, señalando ellos mismos la droga principal de consumo. La cocaína es la droga más consumida con el 44%, seguida del alcohol con el 20%, donde, principalmente, las mujeres copan su consumo. El cannabis y el speed siguen en esta lista con un 13% y 8% respectivamente, siendo consumida de manera similar entre hombres y mujeres. El consumo de heroína, unida en ocasiones a la cocaína, es señalada por aproximadamente un 6% de los pacientes.

Drogadicción

Repunte. La entidad explica que la pandemia y la actual crisis, provocada por la incertidumbre económica, han hecho repuntar el consumo de estupefacientes entre la población. En este sentido, alerta del incremento del consumo entre los jóvenes, relacionado con otras ludopatías dependientes, como el juego, o asociado a factores emocionales como el aislamiento, pesimismo y falta de ideales, entre otros. El 13% convive con otras dependencias.