El txupinazo lanzado por las lavanderas de Agurain y de las ergoienas desde el balcón de la casa consistorial abrió ayer siete días de fiestas en Agurain en honor de la Virgen del Rosario. Este año el lanzamiento del cohete ha estado marcado por el planto de las cuadrillas de neskas y blusas.

Un minuto antes del lanzamiento del txupinazo municipal los cientos de blusas y neskas congregados en la plaza del Ayuntamiento se sentaron en el suelo para mostrar su malestar y “denunciar la actitud unilateral del ayuntamiento respecto a la organización de las fiestas en los últimos años”.

La comisión de neskas y blusas Alaitsuenak a la que pertenecen la mayoría de las cuadrillas mostró así su enfado señalando que “este año las comisiones de organización de fiestas han sido meramente informativas, olvidando las votaciones de años anteriores y sin ser obligatorio formar parte de la comisión para presentar actividades”. A su juicio hay que “dar pasos a favor de unas fiestas populares y participativas, dejando atrás la organización unilateral de este año y aplicando los mismos criterios a todas las cuadrillas”.

La plaza del Ayuntamiento se convirtió en un auténtico hervidero de gente en torno a las 18.30 momento en que daba comienzo el homenaje a las personas que este año han lanzado el txupinazo. Ataviadas con sus mejores galas no dudaron en acompañar a la corporación en la escalinata de las inmediaciones de la casa consistorial para ser agasajadas con los bailes.

Este año el consistorio ha elegido la propuesta presentada por los vecinos de homenajear a las lavanderas de Agurain y las ergoienas. En el inicio de las fiestas, el municipio quiso rendir un sentido homenaje a todas aquellas mujeres lavanderas, especialmente sus vecinas, “para reconocer el trabajo solidario, sacrificado y silencioso que a lo largo del tiempo han desarrollado las mujeres de la localidad lavando la ropa”.

Cuando apenas faltaban unos minutos para que el cohete surcara el cielo aguraindarra los nervios y la ilusión se adueñaban de los que se agolpaban bajo el balcón consistorial. “Tenemos muchas ganas de fiesta”, comentaba un grupo de jovencitas que portaban botellas de champán. A su lado, un grupo de parejas talluditas charlaban animadamente sobre el inicio festivo. “Nosotros aquí estamos bien, la fiesta es para los jóvenes”, comentaban entre risas.

Numeroso público se arremolinó en los soportales de la calle Zapatari y en las aceras de la calle Mayor para contagiarse de la animación. Entre el gentío, Txaro expresó su emoción al ver a cientos de jóvenes en plena diversión. “Es un día muy bonito. La juventud transmite mucha energía”.

Como modo de protesta blusas y neskas enfilaron la calle Zapatari sin los habituales cánticos y bailes para reunirse en la cercana plaza de San Juan. En torno a las 19.15 horas un segundo txupinazo hizo estallar la fiesta.

Ganas de disfrutar

Saltos, brincos y cánticos de blusas y neskas convirtieron la plaza en un auténtico polvorín festivo. Tras el estallido del txupin los aguraindarras, con sus txarangas, iniciaron un recorrido por el centro urbano, para insuflar con sus acordes más alegría si cabe al auténtico jolgorio que se había desatado ya en la localidad de la Lautada.

No en vano, los mozos y mozas de más de una treintena de cuadrillas locales, acompañados de vecinos, foráneos, las txaranga y los gigantes, así como de la banda de música local, se sumergieron en el tradicional peregrinar por los diferentes espacios festivos del casco histórico de Agurain.

Los fiesteros comenzaron a dispersarse; unos al recinto de las barracas de la plaza Joan de Lazarraga, otros a las txosnas, muchos a los bares. El Casco Histórico de la localidad se convirtió un año más en epicentro de la fiesta donde el buen ambiente se adueñó de sus tranquilas calles. Como no podía ser menos, la tarde transcurrió con intensidad gracias a clásicos como el paseíllo de las cuadrillas por la calle Mayor, el toro de fuego o la tamborrada por las calles de la villa acompañados por la Banda de Música de Agurain y organizada por la sociedad gastronómica Lur-Sagar.

Las fiestas de Agurain se caracterizan por tener un programa repleto de actos. Y en esa diversidad tienen cabida todos los ambientes. Durante siete intensos días de fiesta Agurain tendrá música para todos, los pequeños saltaran en las colchonetas, los animales de la Feria atraerán la mirada de txikis y grandes, el sonido de las barracas atraerá a los más aventureros o se podrá ver la parte vieja engalanada y repleta de recuerdos.