Ante este incesante calor no son muchas las actividades que los vitorianos pueden realizar durante gran parte de la jornada. El riesgo a quemarse la piel o a sufrir una insolación son algunos de los riesgos de caminar por las calles en estas condiciones, especialmente para los colectivos más vulnerables como niños o ancianos. Sin embargo, hay quienes buscan salir de casa en busca de lugares frescos y tranquilos en los que poder relajarse y disfrutar con amigos, familia o solos. Uno de los puntos por excelencia a los que acuden muchos gasteiztarras en este sentido son las piscinas municipales de Mendizorrotza, que permanecen abiertas desde el pasado 27 de mayo y que ya han acogido a miles de bañistas desde entonces.
Y es que el complejo deportivo se ha convertido durante las olas de calor y en estos últimos días en refugios contra el sofocante calor, motivado por sus piscinas, sus sombrillas y sus amplias zonas de sombra. Es el caso de Olatz Almandoz, que acude casi todos los días para refrescarse y aprovechar los recursos de sus instalaciones. “Tienen muchas cosas tanto los adultos como los niños para divertirse”, manifiesta mientras señala el parque infantil. También hay quienes vienen con la familia a disfrutar de las vacaciones como Eneko Ibáñez, usuario habitual de las piletas tanto interiores como exteriores de Mendi. “Si hace bueno vengo bastante. Me gusta mucho el calor”, señala mientras se dirige con su hija a la zona de toboganes.
La alegría de los txikis
Precisamente los toboganes eran los espacios más concurridos con diferencia del complejo. Muchos niños de distintas edades se agolpaban esperando su turno para poder deslizarse por uno de estos columpios, con colas que llegaban hasta las vallas que limitan las piletas de las zonas verdes. Unos toboganes que han permanecido cerrados durante estos dos últimos años debido a la pandemia del coronavirus y que también provocan algún que otro enfado en los socorristas que vigilan esta zona.
Con el permiso de las pistas deportivas, que pese a este pegajoso calor no ha impedido que algunos usuarios se aventuren a jugar en las pistas de fútbol, baloncesto o tenis y a correr en la de atletismo. “Sobre todo vengo a nadar y a hacer algo de deporte, pero hoy no”, expresa riéndose Iñaki Larretxi, que se remoja con su txiki en la piscina de Aquamendi.
Un periodo postfiestas de La Blanca en el que muchos gasteiztarras se marchan de la ciudad para viajar o pasar unas semanas en segundas residencias. Pero, pese a ello, son muchos quienes se quedan en la capital alavesa o ya han disfrutado de sus vacaciones como Sandra Capellán, que acude con su hija de forma regular. “Por suerte hemos estado fuera la mayor parte del tiempo que hacía calor”, resalta sentada bajo una de las numerosas sombrillas situadas en la hierba.
Una manera de refrescarse y pasar el día con amigos o familia ante los más de 30 grados centígrados que hay en la capital alavesa y que proseguirán hasta esta próxima semana, cuando la lluvia y las tormentas eléctricas volverán a hacer acto de presencia. No obstante, gasteiztarras y visitantes, socios y no socios tendrán la oportunidad de darse un chapuzón en estas completas instalaciones hasta el domingo 18 de septiembre, cuando se pondrá punto y final a la temporada de baño estival este curso en Vitoria-Gasteiz.
