Segundo día de paseíllo, tercero de fiestas, y las Cuadrillas de Blusas y Neskas mantienen sus fuerzas intactas a la hora de alegrar las calles de la capital alavesa con su presencia festiva. Las cuadrillas ha demostrado esta tarde estar en plena forma en el paseíllo de ida al Iradier Arena, haciendo acopio de saltos, cánticos y bailes.

A pesar de lo que ya llevan encima, se han mostrado más animados que la población en general, a quien le ha costado más acercarse a la calle Dato para presenciar la kalejira. Una presencia ciudadana que ha ido a más según iba avanzando el paso de los blusas y neskas.

"El paseíllo de ida cuesta más"

La Cuadrilla Gasteiztarrak ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida al paseíllo iniciado por la Federación. Reconocen que "la ida cuesta más porque hay que arrancar de nuevo al cuerpo", mientras que "la vuelta se disfruta mejor porque ya estamos todos más entonados" con la juerga.

Misma opinión que ha manifestado Ane, de la cuadrilla Los Bainas, quien asegura que "el peor momento es justo antes de empezar". Luego, una vez que "suena la música, empiezan los saltos y las risas con las compañeras, te dejas llevar y vas ya por inercia".

Diversidad de público

A las 17.00 horas, puntuales, ha arrancado la comitiva de la Comisión con la cuadrilla Okerrak a la cabeza. Para esa hora, ya eran muchos más los asistentes al paseíllo y, poco a poco, se ha ido abarrotando la calle. Ha habido una división clara entre los espectadores. Personas mayores sentadas en las terrazas de los bares y cafeterías han disfrutado del evento, degustando sus cafés y algún que otro cubata, mientras que los más jóvenes y las familias con txikis se ubicaban en el suelo, más animados, acompañando con palmas y bailes, el pasar de los protagonistas del paseíllo.

Entre ellos, Jugatx, una gasteiztarra que vive desde hace años en Logroño, pero no perdona venir cada agosto un día con su familia para vivir las fiestas de su ciudad natal. "Me hace mucha ilusión porque es mi ciudad y tengo muchísimos recuerdo de las jaias", apunta, entre nostálgica y orgullosa. "Les enseño nuestras jaias a mis txikis y mi pareja y pasamos el día haciendo planes para ellas en el espacio aventura de Arriaga, con las goitiberas y el herri kirolak". Además, "aprovecho para comer con la familia". "Volver a casa en fiestas siempre es especial", indica.

"Sin música no hay fiesta"

Cada cuadrilla de blusas y neskas va a acompañada por una txaranga que "son el alma de la fiesta", ya que sin ellos no hay música y "sin música, no hay fiesta". Así, lo ha expuesto Javier, uno de los integrantes del grupo Los Espontáneos que acompaña tarde y noche "desde hace ya ocho años" a la cuadrilla Jatorrak. En su caso, proceden de Rubielos de Mora, un pequeño pueblo de poco más de 600 habitantes de la provincia de Teruel.

"En su día nos contrataron mediante vídeos por internet y nos encanta venir a Vitoria porque hay muy buen rollo y gran comunión con los blusas y las neskas". Las txarangas aprecian trabajar en Vitoria, ya que es una plaza cotizada dentro del calendario festivo veraniego. Eso sí, "hay que mantener el tipo", dice Javier, porque "trabajamos toda la tarde hasta las 22.00 horas que vamos a cenar y luego seguimos de 0.00 hasta la 03.00 horas". "A la mañana a dormir que hay que seguir el ritmo a los blusas y neskas", asegura sonriente.