Sin prisa, pero sin pausa ascienden por las escaleras de San Miguel para colmar a la Virgen Blanca de flores el día grande las fiestas. Relimpios lucen los mil rayas y faldas a cuadros a primera hora fuera del pórtico. 

Amanece fresco y nublado en Vitoria la segunda jornada de La Blanca; ideal para cumplir toda la parafernalia de la jornada; ambiente que blusas y neskas agradecen, al igual que los primeros camareros que comienzan a montar mesas y sillas en las cafeterías del recinto festivo; quedan cinco largos días con sus noches y eso, quieras o no, se sufre a uno y otro lado de la barra del bar.

Estreno de Akelarre

Amaia, Olatz y Naiara ensayan el agurra en la Virgen Blanca. A sus 25, 30 y 25 años, respectivamente, las tres neskas salen este año con la nueva cuadrilla Akelarre en la que se han integrado. “Con muchas ganas, es el primer año que salimos en cuadrilla porque de neskas ya llevamos unos cuantos”. Están frescas y lucen elegantes sus trajes granates. Amaia es la única que no trabajó ayer, así que pudo ver en directo la bajada de Celedón desde los aledaños de la plaza. Ya de noche, las tres disfrutaron por Falerina y Kutxi. “La gente salió con muchas ganas, pero en plan bien, muy buen ambiente”, cuenta Naiara. Hoy, tras la ofrenda comen con la cuadrilla en la calle Libertad, paseíllo de ida y vuelta y ya por la noche “estaremos con la cuadrilla de blusas y neskas hasta que acabe la fanfarre; luego ya un poco con todo el mundo”, apuntan. “Estar en una cuadrilla significa disfrutar de todo el ambiente festivo diurno; por eso estas fiestas van a ser diferentes para nosotras”, intuye Olatz.

"Es el primer año que salimos de neskas en una cuadrilla y es el estreno de la cuadrilla Akelarre, así que estas fiestas van a ser especiales"

Amaia, Olatz y Naiara - Neskas de la cuadrilla Akelarre

Apenas pasan unos minutos de las nueve y cuarto y la cola de blusas y neskas llega ya hasta el monumento de la Plaza de la Virgen Blanca. En la balconada se retiran los de Galtzagorri para dar paso a Petralak. “¿Trabajando yo? Las fiestas son fiestas”, responde un galtzagorri a una conocida. 

Javi Alday celebra su 25 aniversario como jefe de la cuadrilla Petralak. A los pies de la Virgen Blanca, este veterano no se ha perdido ni una ofrenda floral en los 38 años que lleva de blusa; ahora deja que los más jóvenes suban los peldaños de la escalera para lanzar varios goras y recordar a Alfredo y Pope, dos blusas a los que perdieron en pandemia; luego les homenajearán en el Machete, tras la foto de familia. Entonces, ¿qué papel hace un jefe de cuadrilla? “Delegar”, responde jocoso.

Absortas de la bulliciosa fiesta exterior, un grupo de mujeres disfruta del silencio que reina en el interior de la iglesia ante la capilla de la Virgen Blanca a la que rezan y encienden velas.

De cumpleaños en Karraxi

Cumpleaños feliz/Zorionak zuri... Karraxi cumple 40 años y Unax, Celedón txiki, que ya apunta maneras, lo grita a los cuatro vientos desde lo alto de la escalera situada en la hornacina de la Virgen Blanca. La marcha de los karraxi a ritmo de Con dinero sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley... da paso a más y mas cuadrillas de blusas y neskas. Ya han pasado Siberiarrak, Galtzagorri, los Bainas... y llega el turno de Basatiak: “Josu, baila bien”, le gritan las neskas, mientras Txapi afina el txistu y Josu lanza la txapela y se marca su dantza con saludo a la patrona incluido. Más blusas celestes y faldas negras de puntitos se suman para el aurresku de honor y los cuatro a una dedican sus mejores pasos a la Virgen Blanca. Para concluir su ofrenda, un blusa recita a la patrona el bertso que él mismo ha compuesto, eleva la voz para que se le oiga por encima de la txaranga que suena por el Machete y da la bienvenida a los nuevos integrantes de la cuadrilla.

Toman el relevo los de Luken; la cola de cuadrillas apenas ha avanzado. “Vamos Patxi, le animan desde abajo mientras coloca el ramo de flores ante la virgen. “¡Gora Celedón/Viva la Virgen Blanca/Gora Lukeeen..!”.

Turno de Los Desiguales, Zoroak, Galtzagorri, Gasteiztarrak, Txolintxo, Gautarrak...

Los Desiguales ponen color a la balconada con sus rojos pañuelos al cuello mientras suena la txaranga de Artajona; nueve neskas y un blusa bailan al unísono el aurresku presidido por dos neskas txikis. “Son, son, son Desiguales son los que se emborrachan...”, cantan el himno de la cuadrilla mientras se acerca el turno de Zoroak, que llega acompañado de un despistado de Galtzagorri. Dos neskas, grande y txiki, depositan el ramo de flores antes de dar paso a las blusas negras y pantalones milrayas de Gasteiztarrak, a cuya ofrenda sigue la de Txolintxo. El tapón en la balconada ya es monumental. “Que salgan los Desiguales”, gritan los de Zoroak, mientras los más jóvenes de Gautarrak se van adueñando de la plaza.

"Una gozada terrible", confiesa Gorka Ortiz de Urbina

Rezagado y sudando llega Gorka Ortiz de Urbina con su hijo pequeño para cumplir con la ofrenda floral de Bereziak. Un grupo de conocidas le ha parado en la Virgen Blanca y, tras conversar unos minutos, confiesa apresurado que lo de ayer, la bajada de Celedón, fue “una auténtica gozada; una gozada terrible”, describe Celedón. Ahora, sólo piensa en “disfrutar hoy de blusa”, señala antes de avanzar hasta las escaleras de san Miguel.

"Ahora, a disfrutar de blusa"

Gorka Ortiz de Urbina - Celedón

Amaia, Olatz y Naiara siguen a la espera en la cola, pero ya más cerca de la balconada; por fin llega su turno, a la par que las cuadrillas de blusas y neskas avanzan su conquista de las calles de Gasteiz y las familias comienzan a despertar las calles de una Gasteiz inmersa en fiestas.