El agua, esa esencia vital que sostiene la vida en nuestro planeta, enfrenta desafíos cruciales en la actualidad. Con proyecciones que indican un aumento del 20% al 30% en la demanda mundial de agua para el año 2050 y alrededor de 3.000 millones de personas viviendo en áreas propensas a la escasez, la gestión eficiente del recurso hídrico se vuelve más crucial que nunca. En este contexto, es fundamental destacar los avances que se están llevando a cabo en la gestión del agua, especialmente en la CAV y Navarra, donde la conciencia sobre la importancia de este recurso es primordial.

En la búsqueda de soluciones innovadoras, el sector del agua ha logrado avances significativos en términos de reutilización y depuración. La reutilización del agua, antes considerada una práctica marginal, se ha posicionado como una estrategia clave para hacer frente a la creciente demanda y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

La reutilización del agua, antes considerada una práctica marginal, se ha posicionado como una estrategia clave para hacer frente a la creciente demanda y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Según datos recientes, País Vasco y Navarra han aumentado significativamente sus capacidades de reutilización y depuración. En la última década, la inversión en infraestructuras hídricas ha permitido una mejora del 40% en la capacidad de tratamiento de aguas residuales, reduciendo así la carga contaminante que llega a las depuradoras locales. 

Imagen de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Arazuri. Javier Bergasa

Además, el impulso hacia la reutilización ha llevado a un aumento del 25% en la utilización de agua tratada para fines no potables, como riego agrícola e industrial. Esto no solo contribuye a conservar el agua dulce disponible, sino que también reduce la presión sobre los ecosistemas locales al disminuir la extracción de agua de fuentes naturales.

El caso de Navarra

El Gobierno de Navarra ha elaborado una estrategia marco integrada del agua que pone el foco en 2030 y que fue aprobada en 2005 con el fin de comprobar los avances que se están produciendo desde entonces, así como los nuevos retos a los que han de hacer frente. Durante los últimos años, la política del agua ha vivido un proceso de renovación tanto a nivel internacional como a nivel regional. 

El agua es un elemento clave en el desarrollo de los ODS. El Objetivo 6 enfocado en “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”

A nivel internacional, en 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento. En 2015 se aprobaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Una de las principales características de los ODS es su interconexión y por lo tanto la necesidad de abordar los objetivos en relación unos con otros. El agua es un elemento clave en el desarrollo de los ODS. El Objetivo 6 enfocado en “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. 

Entre sus proyectos destacan fomentar prácticas que aseguren un uso adecuado del recurso hídrico en el sector agrario, en un contexto de cambio climático, e identificar y definir las áreas de almacenamiento temporal de agua de inundaciones en áreas de agricultura, para que puedan ser empleadas durante eventos temporales.

El papel crucial de las empresas

Detrás de estos logros, el papel de las empresas en la gestión del agua es crucial. La inversión en tecnologías avanzadas de tratamiento, sistemas de monitoreo eficientes y prácticas sostenibles ha sido fundamental para impulsar estos avances. Las compañías líderes en el sector no solo cumplen con las regulaciones ambientales, sino que van más allá al adoptar medidas proactivas para preservar el recurso hídrico.

La inversión en tecnologías avanzadas de tratamiento, sistemas de monitoreo eficientes y prácticas sostenibles ha sido fundamental para impulsar estos avances.

Empresas locales han implementado estrategias de gestión del agua que incluyen la optimización de procesos industriales para reducir el consumo, la promoción de la eficiencia en el uso doméstico del agua, y la participación en programas de concienciación comunitaria. Esta combinación de esfuerzos contribuye no solo a la sostenibilidad ambiental sino también al fortalecimiento de las comunidades locales.

Es crucial el compromiso de las empresas y las autoridades con la gestión sostenible del agua. EFE

Pero a pesar de los avances, persisten desafíos significativos. La adaptación al cambio climático, la urbanización acelerada y la presión continua sobre los recursos hídricos requieren un enfoque continuo e innovador. Es crucial que las empresas y las autoridades mantengan su compromiso con la gestión sostenible del agua, incorporando tecnologías emergentes y prácticas cada vez más eficientes.

En este contexto, la colaboración entre el sector público y privado se vuelve esencial. Las alianzas estratégicas pueden facilitar la inversión en proyectos de infraestructura de agua avanzados y fomentar la investigación y desarrollo de tecnologías innovadoras.