El Pacto Verde Europeo representa el eje principal que está potenciando la Unión Europea para responder a los desafíos del clima y el medio ambiente, que, según la Comisión, constituye la tarea definitoria de esta generación. Incentivar la construcción de edificios eficientes y los precios de las diferentes fuentes de energía que los sustenten se trata de “una nueva estrategia de crecimiento destinada a transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no habrá emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y el crecimiento económico estará disociado del uso de los recursos.”
Principales objetivos de la construcción
Potenciar la economía circular para que sea una parte del diseño de los edificios, incrementar la digitalización de los propios edificios, apoyar la creación de iniciativas que mejoren la respuesta de los edificios a los efectos adversos del clima o la aplicación estricta de las normativas de rendimiento energético de los edificios son algunos de los principales objetivos dentro del ámbito de la construcción.
En este sector, la normativa europea ha establecido varios ejes de sostenibilidad para promover prácticas y sistemas constructivos más sostenibles. Dichos planes se centran en reducir el impacto ambiental de los edificios, mejorar la eficiencia energética, promover el uso de materiales sostenibles y fomentar la economía circular en el sector. A continuación, se mencionan los principales ejes de sostenibilidad que destaca la normativa europea:
Los planes de sostenibilidad en el sector se centran en reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia energética
1. Eficiencia energética:
La normativa europea establece requisitos y estándares para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Esto incluye medidas para reducir la demanda de energía, promover el uso de energías renovables, mejorar la envolvente térmica de los edificios y fomentar la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación eficientes.
2. Uso de energías renovables:
La promoción de fuentes de energía renovable es otro eje importante en la normativa europea. Se establecen objetivos y requisitos para el uso de energías renovables en los edificios, como la instalación de paneles solares, sistemas de energía geotérmica o aerotérmica, y la integración de tecnologías de biomasa.
3. Materiales sostenibles:
La normativa europea fomenta el uso de materiales sostenibles y la reducción del impacto ambiental de los materiales de construcción. Se promueve la selección de materiales de bajo contenido en carbono, la reducción de emisiones durante la producción de materiales, la utilización de materiales reciclados y la adopción de prácticas de gestión de residuos en la construcción.
4. Economía circular:
La promoción de la economía circular es un eje transversal en la normativa europea de construcción. Se fomenta la reutilización de materiales y componentes, el reciclaje de residuos de construcción y demolición, así como el diseño de edificios que permitan la desmontabilidad y la recuperación de materiales al final de su vida útil.
5. Salud y bienestar:
La normativa europea también tiene en cuenta la salud y el bienestar de los ocupantes de los edificios. Se establecen requisitos para la calidad del aire interior, el confort térmico, la iluminación natural y artificial, y la accesibilidad universal.
6. Innovación y digitalización:
La normativa europea promueve la innovación y la digitalización en el sector de la construcción. Se fomenta la adopción de soluciones constructivas y tecnologías avanzadas que mejoren la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad de los edificios.
Estos son algunos de los ejes de sostenibilidad que se encuentran presentes en la normativa europea en sistemas de construcción. Es importante destacar que la normativa puede variar entre los diferentes países de la Unión Europea y estar sujeta a actualizaciones y revisiones periódicas y sobre todo no debemos olvidar que la finalidad es la de mejorar sistemas muy importantes en los tejidos económicos de los países que a su vez impactan en los seres humanos.
La normativa europea también tiene en cuenta la salud y el bienestar de los ocupantes de los edificios
Parecerá redundante y evidente, pero cuanto menor huella de carbono se produzca, mejores aislamientos se realicen y se promueva una reutilización de elementos, podremos disfrutar de una mejor calidad de vida como seres humanos y también ayudaremos a preservar el planeta. La pregunta es si estamos dispuestos a adaptarnos antes o después de 2050. Como siempre, dependerá de la economía subyacente en las cadenas de transformación.