a acumulación de nuevos casos positivos en las pruebas PCR para detectar la transmisión del SARS-CoV-2 en la población vasca refleja de forma clara el incremento exponencial de los contagios que, según se deduce de su seguimiento, sería consecuencia principalmente de la mayor movilidad y frecuencia de las relaciones sociales en el mes de julio a consecuencia del inicio del periodo vacacional. Que la tasa de incidencia del covid-19 haya superado los 69 casos confirmados por cien mil habitantes cuando el 1 de julio era de 5,76 o que se haya pasado de los 6 casos del primer día del mes a superar con creces los cien casos en diez de los últimos catorce días, con tres picos de 197, 166 y 204 positivos en pruebas PCR los días 18, 25 y ayer son algo más que simples datos a tener en cuenta por cuanto muestran una tendencia que de mantenerse en agosto resultaría mucho más que preocupante ante la reiterada previsión de que la situación empeoraría en otoño y las consecuencias de todo tipo que dicho empeoramiento traería consigo. Algo de eso, además, se empieza a comprobar en los últimos días en la evolución de la incidencia de la pandemia en los distintos tramos de edad. Así que las exigencias de responsabilidad individual y seguimiento de las últimas medidas de prevención impuestas se antojan más que justificadas y deberían evitar la relajación inconsciente que conlleva con el paso del tiempo su práctica diaria. Ahora bien, del mismo modo que no es discutible la mayor incidencia de la covid-19 y que esta se produce al ritmo que causan los brotes en grupos sociales determinados por esa relajación en las conductas, también es incuestionable que las labores de control y seguimiento están funcionando para acotar los contagios e impedir que la transmisión alcance el nivel de comunitaria. Se evidencia, más allá del número de casos, directamente relacionado con el número de personas sometidas a PCR, en el porcentaje de los positivos respecto a estas en los últimos 14 días. Si el 17 de julio solo el 1,2% (68) de las 5.624 PCR realizadas dio positivo, ese porcentaje llegó al 3,8% (166 de 4.323) el día 26 y al 4,7% (204 de 4.291) ayer, por lo que parece claro que, al menos, el rastreo de contactos sí surte efecto. Como acaba de apuntar la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, no hay duda: “Seguirá habiendo brotes, lo importante es responder”.
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