Laboral Kutxa prevé un crecimiento del 2% este año en un contexto de incertidumbre
El servicio de estudios de la entidad financiera cree que la "inestabilidad" en la economía se apreciará en mayor medida el año que viene, con una caída en el PIB hasta el 1,7%
Laboral Kutxa prevé para este año un crecimiento de la economía vasca del 2%, dos décimas menos que el registrado el pasado año, mientras que para 2026 su estimación es del 1,7%, cuando más se aprecie el efecto de la "inestabilidad" y la "incertidumbre" que van a dominar las relaciones comerciales mundiales por la crisis geopolítica y los conflictos arancelarios.
En una rueda de prensa ofrecida hoy en Bilbao, Ibon Urgoiti, director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, y Joseba Madariaga, director del Departamento de Estudios de la entidad, repasaron los principales resultados de 2024 y las magnitudes previstas para los próximos ejercicios.
Ambos responsables subrayaron que la economía vasca parte de una situación "robusta" tras el crecimiento de los últimos años, pero sus estimaciones para este año y el que viene no incluyen el efecto de los aranceles que finalmente se establezcan por parte de Estados Unidos, aunque, a juicio de Laboral Kutxa, está siendo "mucho peor" la actual incertidumbre en torno a lo que pueda suceder, ya que está llevando a las empresas a parar inversiones.
"A medida que nos adentramos en la segunda mitad de 2025, la economía global transita un terreno cada vez más complejo e incierto, marcado por una combinación de desaceleración cíclica, tensiones comerciales renovadas y riesgos geopolíticos latentes", subrayó Madariaga. A su juicio, "estos factores configuran el telón de fondo sobre el que deben interpretarse también las previsiones económicas de nuestro entorno más cercano".
"Con la información disponible al cierre de este informe, esperamos una tasa de crecimiento del 2,4% para el conjunto del Estado y del 2% tanto para la CAV como para la Comunidad Foral de Navarra", añadió. Estas cifras suponen una leve revisión al alza con respecto a las ofrecidas el pasado mes de diciembre. Además, con un crecimiento del empleo este año del 1,5% este año y del 1,3% en 2026, la tasa de paro se situaría en el 7,1% en 2025 y bajaría al 6,9% el próximo ejercicio.
Por otra parte, Laboral Kutxa trazó diversos escenarios en función de los aranceles que se aprueben definitivamente por parte de Estados Unidos para la UE el próximo 9 de julio, con tasas que serían del 10%, 20% o 50%.
En el supuesto de un arancel el 10% y entendiendo que, por ejemplo, el importador estadounidense asumiría el 85% del arancel y la empresa vasca se vería obligada a reducir el precio de sus mercancías para así mantener la demanda, el impacto equivaldría a restar el 0,15% al PIB (148 millones) el primer año, mientras que a dos años sería de un 0,21% menos en el PIB (207 millones). En el caso de que el arancel fuera del 20%, y el comprador asumiría el 85% del mismo, el impacto negativo en el PIB sería de 0,3 puntos el primer año (296 millones) y 0,42 el segundo (414 millones).
En el supuesto más extremo, con aranceles del 50% y el comprador haciéndose cargo plenamente de esa tasa (100%), y con las empresas vascas bajando el precio de su producción para lograr darle salida, el impacto sería mucho mayor: del 0,89% en el PIB (870 millones) el primer año y del 1,25% el segundo año (1.218 millones). "El mundo se está desacelerando", resumió Madariaga, para quien no sería una sorpresa que se produjera un descenso en el PIB de la Eurozona en el segundo trimestre, aunque "no sería dramático".
"El entorno actual no es el más propicio para hacer predicciones", advirtió Madariaga. El crecimiento esperado para este año en la CAV, del 2%, es una décima inferior al estimado por el Gobierno vasco, mientras que para el año que viene el cálculo (1,7%) es idéntico por parte de ambos. En el caso de la inflación, se espera que para este año sea del 2,1% y caiga al 1,9% el próximo año. "Aunque la inflación se mantiene por encima del objetivo del BCE, la senda de corrección hacia el 2% es firme", indicó Madariaga, que confía en una nueva bajada de tipos de interés en septiembre.
En cualquier caso, tanto la previsión para este año como el del año pasado (2,2%) son inferiores al resultado de 2023, que fue del 2,7%, debido al "crecimiento desacelerado" en los cuatro grandes sectores de actividad (primeraio, industria, servicios y construcción). Asimismo, en comparación con el conjunto del Estado, "todos los sectores han registrado un comparativamente menor dinamismo" en la CAV.
El informe destaca que el balance de la actividad sectorial es "dispar". La industria se mantiene "dentro de la debilidad", con una evolución interanual que, trimestre a trimestre, ha sido negativa a lo largo de 2024, con un resultado final de subida del 1% el pasado año. Por el contrario, los servicios de mercado sostienen un "crecimiento sólido", con una tasa de crecimiento a final del pasado año del 2,6%.
El consumo privado, como han destacado otros informes, sigue constituyendo uno de los pilares del crecimiento del PIB vasco, siendo el indicador con menor diferencial de crecimiento respecto al año precedente, con un crecimiento trimestral medio del 4,1% en 2023 y del 3,3% en 2024. La evolución de la actividad de construcción es la más volátil, con un deterioro en el segundo trimestre que se recupera de forma importante en la segunda parte del año (+2,8%, en promedio trimestral).
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