La próxima semana, el 21 de noviembre, volverán a la huelga y a salir a las calles de Vitoria para reclamar un convenio que mejore sus condiciones laborales precarias.

Llevan cinco años de lucha constante y protestas, y están muy cansadas de que no se les dé la importancia que tienen. Ellas se ocupan del cuidado y la atención de las personas mayores. Son las que cuidan de nuestros mayores, 24 horas al día y 365 días al año.

La plantilla denuncia que la "situación en las residencias es alarmante: jornadas laborales extensas, cargas de trabajo físico y mental, hacen multitarea y sirven para todo, bajas de compañeras que no se sustituyen, conciliación laboral y familiar inexistente...".

"Todos tenemos una deuda social con este sector y es responsabilidad de toda la sociedad dignificar el trabajo de los cuidados"

"Y todo ello por salarios que no llegan al SMI si no fuera por los pluses de todas las noches y festivos que trabajamos. Hoy en día, 11 de 26 categorías profesionales, incluidas las gerocultoras, estamos cobrando un salario base por debajo del SMI", explican estas trabajadoras de Álava de residencias y viviendas comunitarias.

Convocadas por ELA y LAB, el 21 de noviembre será la jornada de huelga número 38 que secunda el millar de empleadas de las residencias privadas de Álava (con protestas y manifestaciones en la Plaza de la Provincia y en la Plaza de las Desamparadas) desde que se inició esta lucha en 2019 por el primer convenio provincial para el sector que les saque de la precariedad.

Hablamos de la plantilla de las residencias privadas de Álava, que vuelve a la huelga tras los escasos avances en la mesa negociadora.

Están cansadas y muy enfadadas. Llevan 38 días de huelga por un convenio. Son más de 1.100 trabajadoras en Álava con salarios que rozan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

"Nuestra posición no puede ser otra que seguir reivindicando un convenio que suponga una mejora en las condiciones del sector. ELA y LAB seguimos exigiendo a las patronales y a las administraciones públicas que se impliquen en el proceso".

Anterior protesta de las trabajadoras de las residencias de Álava Alex Larretxi

"Esenciales pero olvidadas"

Saben que son trabajadoras esenciales en los centros geriátricos privados, pero al mismo tiempo se sienten trabajadoras olvidadas en Álava por empresas e instituciones.

Los sindicatos piden que se establezca un salario mínimo de 19.600 euros y alcanzar, al final de la vigencia del convenio, las 1.592 horas de jornada laboral. También solicitan mejoras en salud laboral y licencias.

Saldrán de nuevo a las calles de Vitoria para exigir tanto a las tres patronales de residencias privadas (GESCA, LARES y ACRA -Asociación de Centros Residenciales de Álava formada por 48 residencias de 67-) como a la Diputación de Álava que den pasos en la resolución del conflicto "porque es su responsabilidad".

Siempre con el lema 'Arabako Erresidentziak Borrokan' y denunciando "unos servicios mínimos totalmente abusivos que les obligan a cumplir en las jornadas de huelga".