La asociación empresarial que reúne a sociedades laborales y empresas participadas de Euskadi (ASLE) impulsará una modificación al anteproyecto de Ley Integral de Impulso a la Economía Social para asegurar el relevo generacional y evitar así cierres de compañías. La fórmula: permitir la capitalización del desempleo por parte de los trabajadoras indefinidos en los proyectos de sucesión empresarial. Así, las plantillas tendrían recursos económicos para adquirir las acciones de las empresas que no tengan asegurado este relevo y transformarlas en sociedades laborales. De esta forma, los trabajadores se convertirían en dueños y empleados, la principal característica de este modelo empresarial.
La modificación legislativa, un “hito”, según ASLE, está prevista para este año. “Hasta ahora, muchas empresas se veían abocadas al cierre ante la falta de relevo generacional y la imposibilidad de la plantilla de continuar con el proyecto empresarial por falta de recursos”, ha asegurado esta mañana la asociación empresarial. ASLE ha celebrado en la Torre Iberdrola de Bilbao su Asamblea General Ordinaria con la asistencia de 200 representantes de sociedades laborales y empresas participadas vascas, además de una amplia representación institucional, que incluyó al lehendakari, Iñigo Urkullu.
Durante el encuentro, la presidenta de la asociación empresarial, Beatriz González Ciordia, ha desgranado los retos de las sociedades laborales y las empresas participadas. El principal, lograr la modificación legislativa. Aunque, ha apuntado, “la propiedad no es suficiente para crear vínculo”. “Si se entiende mal, todo esto nos puede llevar, a comportamientos abusivos con los trabajadores que no son socios, podría incluso aumentar el absentismo, puede que el socio trabajador tenga una mirada a corto plazo, en cobrar el dividendo a final de año, y no mire a futuro. Todo esto ocurre y puede ser que un socio trabajador termine siendo peor que un fondo buitre”, alertó. Es por ello que destacó la importancia de la “creación de acciones emocionales”.
Para ello es crucial que este trabajo sea reconocido socialmente, “que la sociedad y las instituciones reconozcan a ese emprendedor colectivo”. Asimismo, “dentro de la organización debemos trabajar en un sentido de pertenencia e implicación a todos los niveles, tener un objetivo común”. “Es necesario educar y formar a nuestros socios en ese verdadero espíritu de la sociedad compartida, más allá del beneficio económico”, ha explicado la presidenta de ASLE. En cuanto a la gobernanza, ha alertado de que “la falta de toma de decisiones, lenta, tímida, sin ambición, hace que las sociedades laborales tiendan a ser pequeñas, que no crezcan y que sean finalmente adquiridas por grandes grupos que se llevan de aquí los centros de decisión”.
Plan estratégico
En su primera asamblea como máxima responsable de ASLE, la presidenta también ha reflejado ante las empresas socias el plan estratégico para los próximos años, que incluirá “innovación en materia legislativa” para las sociedades laborales y empresas participadas que dará respuesta a la transformación de la sociedad. Se trabajará, así, en aspectos como la flexibilidad de las empresas, la mejora de la gobernanza o su alineación con los modelos europeos.
Al mismo tiempo, la asociación empresarial podrá el foco en otros retos más específicos, como el absentismo laboral que, aunque en las sociedades laborales es inferior al de la empresa convencional, también se ha convertido en un problema a analizar.
Modelo de empresa
En la clausura de la asamblea, Urkullu ha alabado “un modelo de empresa inclusivo, participativo, humano y sostenible que encaja con un ideario que tiene profundas raíces en nuestra sociedad”. “Nos habéis escuchado defender, también lo ha hecho la presidenta, la filosofía auzolana, el esfuerzo compartido en pos de un bien común. Tenemos muy claro que es el trabajo conjunto, el compromiso compartido, el que nos hace avanzar. También como país. Fruto de ese esfuerzo colectivo, y a pesar de las dificultades, Euskadi avanza y cuenta con buenas previsiones de cara al futuro”, ha apuntado.
Y, entre esas previsiones, ha destacado un crecimiento económico cercano al 2% tanto para este año como para el siguiente y la continua creación de empleo, hasta superar el millón de personas trabajando y cotizando. “También mejora la calidad del empleo”, ha subrayado el lehendakari. “Por quinto año consecutivo Euskadi se mantiene a la cabeza de las comunidades en renta disponible y estamos por encima de la media europea”, ha destacado y, en este punto, ha lamentado que “también estemos a la cabeza del absentismo”.
Los datos
Empresas. ASLE creó durante 2023 un total de 20 nuevas empresas e integra en total a más de 280, el 54% de las sociedades de Euskadi bajo este modelo. Según los últimos datos disponibles, de 2020, Euskadi cuenta con 509 sociedades laborales, con alrededor de 6.000 trabajadores y trabajadoras.
Trabajadores. Las sociedades laborales vascas cuentan con una media de 11,9 trabajadores, mientras que en el conjunto del Estado, la media es de 7 personas trabajadoras. Las empresas asociadas a ASLE cuentan con una media de 21 trabajadores.
Territorios. Gipuzkoa cuenta con el 48% de las sociedades; Bizkaia, con el 36%, y Araba, con el 16%.