Los trabajadores vascos están recuperando poder adquisitivo en 2023. Esa es una de las conclusiones que se extrae del último informe del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), presentado hoy en Bilbao y en el que se destaca que el incremento salarial medio en los convenios registrados hasto mayo del presente año es del 4,64 % -del 4,89% si se tiene únicamente en cuenta los de ámbito vasco-, lo que supone el doble que último dato del IPC en la CAV, que según recogió ayer el INE cayó al 2,3%.
Además, uno de cada cuatro empleados ha renovado sus convenios colectivos, un porcentaje "inédito" en la última década, explicó Tomás Arrieta, presidente del CRL, mientras que la tasa de paro disminuyó el año pasado al 8,5% y los trabajadores con contrato indefinido suponen ya el 80% de la masa laboral completa. "El pasado fue un año que mejoró las expectativas que teníamos. Las incertidumbres no invitaban al optimismo, pero el crecimiento económico sostuvo el empleo", subrayó Arrieta, que destacó el "buen comportamiento" de la negociación colectiva a lo largo del pasado año y de los cinco primeros meses de 2023.
De hecho, antes de finalizar el primer semestre, cerca del 52% de la población trabajadora tenía sus convenios actualizados, el porcentaje más alto desde que entró en funcionamiento la reforma laboral del año 2012. Además, el documento del CRL, elaborado a partir de datos del Departamento de Empleo del Gobierno vasco, constató como el mes pasado se superó el millón de cotizantes a la Seguridad Social en Euskadi.
La aplicación de la última reforma laboral, que entró en vigor el año pasado, ha propiciado una reducción en el índice de contratos temporales, que en el cuatro trimestre del año pasado se situó en el 22,9%, ocho puntos menos que en 2019. El incremento salarial medio pactado en los convenios vigentes fue del 4,08%, del 4,8% para los negociados en la CAV y del 2,89% en los convenios de ámbito estatal con incidencia en Euskadi.
Preguntado por el ritmo "notable" de la negociación colectiva, que el propio Arrieta reconoció como "sorprendente", el presidente del Consejo de Relaciones Laborales apuntó que el "temor" a la inflación ha provocado que el alza de los precios haya acabado haya acabado siendo un elemento "incentivador" a la hora de buscar acuerdos entre los agentes sociales, además de que el horizonte de incertidumbres económicas está más despejado tras descartarse la llegada de una recesión y que los negociadores han encontrado "fórmulas" para resolver las diferencias mediante soluciones como, por ejemplo, alargar los períodos de vigencia de los convenios o actualizar automáticamente las tablas salariales.
En lo que se refiere a la conflictividad laboral, en 2022 aumentaron tanto el número de huelgas (+37,9), el de participantes (+620,6) y el de jornadas no trabajadas (+173,1), un incremento en el que jugó un papel fundamental el conflicto del Metal de Gipuzkoa.