El cambio climático es una de las grandes preocupaciones de la población mundial por lo que urge encontrar soluciones que minimicen el impacto del calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y sus devastadoras consecuencias. La necesidad de transitar hacia la transformación energética y apostar por las energías verdes es imperiosa y por ello, desde las administraciones tanto locales, como nacionales y europeas se llevan a cabo programas de divulgación y financiación.
Concretamente, dentro del Plan de Ciencia Tecnología e Innovación de Euskadi, que va alineado con el programa Horizonte Europa, se pretende impulsar esta transformación energética con el objetivo de descarbonizar la economía y frenar el cambio climático, un objetivo también presente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.
Las ventajas de caminar hacia las energías renovables se han difundido abiertamente: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ayuda a disminuir el impacto del cambio climático; energías infinitas que no se agotan como sí ocurre con el petróleo, el gas natural o el carbón… Pero, además, las fuentes de energías limpias son más baratas y estables y, actualmente, el crecimiento constante de este sector lleva implícito la generación de riqueza, la creación de empleo y calidad de vida.
Los proyectos de Forestalia han generado más de 1.200 empleos durante la fase de construcción, y más de 200 directos en la explotación de las instalaciones
Esta misma visión ha sido compartida por Forestalia, productor independiente de energías renovables, que frente al reto del cambio climático aporta soluciones sostenibles que además generan empleo y futuro en el medio rural.
Sostenibilidad y eficiencia
En Forestalia basan su trabajo en la generación de energía eólica, fotovoltaica y mediante biomasa, así como en la producción de pellets de madera y de alimentación animal. La fuerza del viento ha llevado a esta empresa de origen aragonés a promover más de 2.000 MW de energía eólica. Además de los proyectos promovidos en alianza con otros grupos internacionales, también se están poniendo en marcha parques eólicos de su propia cartera.
La filosofía de la sostenibilidad está ampliamente difundida, pero son los datos los que ponen en evidencia la necesidad de llevar a cabo esa transición energética. Por ejemplo, el parque eólico zaragozano El Coto, que entrará en funcionamiento en el segundo semestre de 2023, evitará la emisión de casi 20 mil toneladas de CO2 al año. Una cifra nada desdeñable que equivale al consumo de más de 23.700 viviendas. Más allá de la reducción de la huella de carbono, las cimentaciones que se han incorporado son un modelo novedoso y más sostenible denominadas “Soft-Spot”, que reduce el uso de hormigón y de acero.
El gran potencial del país en el sector de las energías renovables, especialmente por el sol y el viento, resulta clave para evitar la emisión de gases nocivos para el medioambiente y Forestalia es bien consciente de ello. Por ello, la empresa confía en un progresivo ritmo de crecimiento que, a su vez, respete la protección de los paisajes y de la biodiversidad como una de sus reglas principales.
Generación de empleo
La lucha contra el cambio climático se presenta como un desafío para nuestra sociedad pero, sobre todo, para asegurar un buen futuro a nuestros hijos. Sin embargo es también una oportunidad ambiental y socioeconómica capaz de generar nuevas oportunidades como mayor riqueza para la comunidad y generación de empleo de calidad.
La fuerza del viento ha llevado a Forestalia a promover más de 2.000 MW de energía eólica
Los proyectos promovidos por Forestalia suponen una significativa contribución al desarrollo socioeconómico de los territorios donde se desarrollan. Suponen ingresos económicos, tanto a las administraciones públicas como a los particulares. Generan empleo directo e indirecto mediante la utilización de empresas locales y el desarrollo de servicios complementarios. Los proyectos han generado más de 1.200 empleos durante la fase de construcción, y más de 200 directos en la explotación de las instalaciones. Nuevos puestos de trabajo que han beneficiado, especialmente, al entorno rural, siempre tan afectado por la falta de incentivos socioeconómicos y la despoblación.
Concretamente, según Forestalia, del empleo directo generado, alrededor del 50% se ha producido en el ámbito autonómico y cerca de un 10% en el ámbito local. De manera que la implantación rural de estos proyectos contribuye a luchar contra el despoblamiento.
Además, los proyectos de energías renovables generan una oportunidad colateral para incrementar el conocimiento de su territorio, a través de los estudios y controles que se realizan tanto antes de la construcción como durante su funcionamiento. En otras palabras, Forestalia está comprometida con el patrimonio natural y cultural, fuentes de riqueza sociocultural y económica de un territorio. Para su conservación, se han realizado alrededor de 8.000 horas de vigilancia ambiental y social de sus proyectos propios y participados que persiguen no solo el cumplimiento de los condicionantes ambientales, sino la aplicación de las buenas prácticas en su ejecución.
Una gran cartera de proyectos
Desde que irrumpió en el mercado de las renovables en 2011, Forestalia ha ido creando una cartera de proyectos cada vez más extensa y actualmente en tramitación supera los 6.000 megavatios (MW).
En resumidas cuentas, la empresa ha promovido más de 2.000 MW de energía eólica que han sido ya construidos y están en operación; más de 500 MW fotovoltaicos, e impulsado la planta de generación eléctrica mediante biomasa agroforestal de Cubillos del Sil (León), con una potencia nominal de 49,5 MW. El objetivo es seguir dando pasos firmes para un desarrollo sostenible en una economía libre o neutra en carbono.