La economía de Euskadi creció el año pasado el 4,3 %, lo previsto por el Gobierno vasco, y el empleo el 3,1 %, lo que supone la creación de unos 30.000 puestos de trabajo, más de los 26.000 que había calculado.

El Instituto Vasco de Estadística-Eustat ha hecho público este lunes el avance de las cuentas del cuarto trimestre del año pasado que concluye que todos los sectores de la economía de Euskadi crecieron, aunque a menor ritmo que en 2021 cuando el Producto Interior Bruto (PIB) ascendió el 5,9 %.

En términos intertrimestrales, entre octubre y diciembre de 2022 el PIB creció el 0,4 % respecto a los tres meses precedentes y un 2,8 % si se compara con el mismo periodo del 2021.

El número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo estimado para el último trimestre de 2022 es un 1,9 % superior al del último trimestre del año anterior y en términos intertrimestrales el incremento estimado se sitúa en un 0,1 %.

Estos datos, que serán completados por el Eustat el próximo 3 de marzo, confirman una desaceleración del crecimiento de la economía vasca a lo largo de 2022.

El primer trimestre del año el PIB de Euskadi registró un crecimiento interanual del 5,8 %; fue del 5 % en el segundo trimestre; del 3,8 % en el tercero y del 2,4 % en el cuatro.

El incremento del PIB de todo el ejercicio se corresponde con las últimas previsiones realizadas por el Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco que tuvo que rebajar las que había hecho inicialmente, que llegó a situar en un 6,7 %.

No obstante, la previsión de crecimiento interanual de la economía vasca para este cuarto trimestre hecha por el Departamento de Pedro Azpiazu era cuatro décimas inferior a la que se recoge en este avance de las cuentas trimestrales del Eustat.

Aunque hasta el mes de marzo no se conocerán los datos definitivos de la evolución de la marcha de la economía vasca el año pasado, la Dirección de Economía y Planificación del Ejecutivo de Vitoria prevé que en el conjunto de 2022 la industria pueda crecer el 5,2 %, los servicios el 4,7 % y la construcción el 1,7 %, mientras que el sector primario podría experimentar un retroceso del 4,6 % en su valor añadido.

Las estimaciones para este año son de un crecimiento del PIB al final del año del 2,1 %, dos puntos menos de lo que había previsto el Gobierno antes de las consecuencias de la desaceleración económica en China fundamentalmente por los nuevos brotes de covid y de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Para 2023 se estima que la tasa de paro baje hasta el 8,3 %, lo que supondría la creación de unos 12.000 puestos de trabajo.