La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha revisado este lunes nueve décimas al alza sus estimaciones para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de 2022, hasta el 5,3%, y ha elevado en una décima sus previsiones de cara a 2023, hasta el 1,6%.

De su lado, el organismo que dirige Cristina Herrero ha rebajado su previsión de inflación media de 2022 cinco décimas, hasta el 8,4%, por la moderación reciente de los precios de la energía. No obstante, las estimaciones de IPC para 2023 se elevan en 3 décimas, hasta el 4,2%.

En materia de déficit, la AIReF ha empeorado su previsión para las Administraciones Públicas hasta el 4,5% del PIB en 2022, dos décimas superior a la cifra publicada anteriormente, debido a la implementación de los paquetes de medidas aprobados y los últimos datos de ejecución presupuestaria.

En la ficha de seguimiento del objetivo de estabilidad publicada este lunes, la AIReF señala que el ritmo de reducción del déficit de los últimos meses se mantiene, estimándose un 3,4% en octubre, si bien hasta final de año se espera un empeoramiento hasta el 4,5% del PIB por las medidas de gasto aprobadas.

La AIReF prevé un incremento del peso de los ingresos durante el año, hasta alcanzar el 43,9% del PIB. Este peso sería menor de no tener en cuenta el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Por su parte, los gastos acabarán el año en un peso del 48,3% del PIB por la implementación de las medidas y del Plan.   

EMPEORA EL DÉFICIT DE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL

Por administraciones, los cambios se concentran en la Administración Central por la inclusión de las últimas medidas y en las comunidades autónomas, por la mayor previsión de gasto derivada de los últimos datos de ejecución presupuestaria.

En concreto, la AIReF empeora una décima de PIB la previsión de déficit de la Administración Central, hasta el 3,1%, 4 décimas menos que la previsión para 2022 del Plan Presupuestario 2023. Este empeoramiento obedece a que el coste de las medidas en gastos supera la mejora de las previsiones de recaudación.   

LA RECAUDACIÓN

Hasta noviembre, los ingresos tributarios crecen un 15,9% impulsados principalmente por el IRPF, IVA e Impuesto sobre Sociedades, a pesar de la reducción de ingresos producida por las medidas adoptadas para mitigar la escalada de precios de la electricidad (-7.466 millones hasta noviembre). Por otro lado, las cotizaciones sociales siguen mostrando una positiva evolución que ha llevado a una mejora de las previsiones para 2022.

Con todo, la AIReF estima que el peso del IRPF alcanzará el 8,3% del PIB al cierre del año 2022, medio punto por encima de 2021. Hasta noviembre, el incremento ha sido del 16% por el crecimiento del empleo, los salarios y las pensiones. Este crecimiento, ralentizado desde agosto, se recupera ligeramente en noviembre influido por el incremento salarial de los empleados públicos. Al cierre del año se espera que los ingresos estén un 16% por encima de 2021.

Por su parte, el Impuesto de Sociedades alcanzará un 2,5% del PIB en 2022, tres décimas más que en 2021. Los pagos fraccionados crecen el 18,7%, a falta del tercer pago fraccionado en diciembre, y el crecimiento en lo que va de año se sitúa en el 26,8%, a pesar de que se han realizado devoluciones excepcionales por una sentencia y por activos fiscales diferidos, que aún se extenderán hasta el cierre del ejercicio. El incremento al final del año se estima en el 22,4%.

El IVA supondrá el 6,3% del PIB al final de 2022, tres décimas más que en 2021. Hasta noviembre los ingresos crecen un 16,2%, pese a la rebaja del tipo sobre la electricidad, que ha supuesto -1.723 millones en lo que va de año. Cabe destacar el incremento de las devoluciones, que alcanzan casi el 34%, por encima de los ingresos brutos, que crecen un 21,1%. Se espera que al final de 2022 la tasa de crecimiento interanual se sitúe en el 14,4%.

Para el conjunto de los Impuestos Especiales reducirán una décima su peso sobre el PIB respecto a 2021, situándose en el 1,5%. En lo que va de año, la recaudación ha crecido un 2,4%, impulsada fundamentalmente por el crecimiento del Impuesto de Hidrocarburos, el más afectado por la pandemia; y minorada por la reducción del tipo del Impuesto Especial de la Electricidad que, hasta noviembre, se estima en -1.909 millones. El crecimiento estimado a final de 2022 es del 2,3%.   

UN 13% MÁS DE INGRESOS TRIBUTARIOS

En términos de contabilidad nacional, el organismo calcula que el total de los ingresos tributarios durante 2022 será un 13% más que en 2021. La incorporación de la última información disponible añade una décima a la última estimación.

En términos de caja de doce meses acumulados hasta noviembre, los ingresos crecen un 16% y al cierre del ejercicio la AIReF estima un crecimiento del 14,8%, más moderado por incluir un mes más de recuperación en 2021, aún muy afectado por las restricciones en la actividad en sus primeros meses. Todas las figuras realizarían una aportación positiva al crecimiento, destacando el IRPF, el IVA y el Impuesto sobre Sociedades.

Por su parte, las cotizaciones sociales terminarán el año con un peso sobre PIB del 12,8%, según las estimaciones de la AIReF, una décima por debajo de la previsión de noviembre, debido al efecto denominador del PIB. La AIReF aumenta el ritmo de crecimiento esperado de las cotizaciones 6 décimas, hasta el 4,6%, por el dinamismo mostrado por las cotizaciones en la última información recibida.

Por otro lado, la AIReF estima que el déficit de los Fondos de la Seguridad Social alcanzara el 0,5% del PIB en 2022, similar a la previsión del Plan Presupuestario de octubre de 2022. La estimación mejora por la mayor previsión de cotizaciones, aunque el cierre se mantiene en el -0,5%.

De su lado, Las comunidades cerrarán 2022 con un déficit del 1,1% del PIB, manteniendo el déficit acumulado a octubre. La AIReF empeora una décima su déficit al aumentar el nivel esperado de gastos de acuerdo con la última información de ejecución presupuestaria.

Finalmente, la AIReF mantiene la previsión de cierre de las entidades locales en 2022 en un superávit en torno al 0,2% de PIB, si bien con una ligera caída respecto a la última estimación, superando la tasa de referencia (0%) y la previsión del Gobierno central (0,1%).