Después de conocerse la propuesta de Ulma y Orona sobre el nuevo marco de relaciones con el Grupo Mondragon, el conjunto empresarial de Oñati explicó ayer que “la única consecuencia económica” de la baja de sus cooperativas es que los 1,85 millones de euros que destinan, de media anual, a los fondos administrados por la corporación pasarán a ser gestionados, “para los mismos fines”, por su propia fundación.

Según el documento Propuesta alternativa de Ulma y Orona a la propuesta de adecuación de las normas del Congreso presentada por la Comisión Permanente el 8 de abril de 2022, remitido a los socios de las dos cooperativas, la propuesta se basa en un modelo integrado por cooperativas convenidas y adheridas. Las primeras no participarían en la estructura del grupo cooperativo ni realizarían aportaciones además de desvincularse de sus instrumentos financieros. Las adheridas, por su parte, tendrían un estatus especial, aunque basado en las normas congresuales de la alianza cooperativa.

En una nota, Ulma aclaró ayer que sus nueve cooperativas no dejarían de aportar recursos económicos ni humanos “a los grandes proyectos del Mondragon cooperativo como los de Laboral Kutxa, Lagun Aro o Mondragon Unibertsitatea, que han contribuido a desarrollar desde siempre en beneficio de sus socios y de la sociedad”. Explicó, asimismo, que el nuevo modelo de relación que defiende “tampoco supone riesgo alguno para la viabilidad del Mondragon corporativo” y que la “única consecuencia económica” sería que los 1,85 millones que destina a los fondos administrados por Mondragon Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, pasarían a ser gestionados por la fundación de Ulma. “Y nada impide que esos fondos se destinen a programas y proyectos impulsados desde Mondragon si se conviene que son los mejores en un contexto de respeto mutuo”, subrayó el grupo empresarial.

Injerencia

El Grupo Ulma apeló “al sentido de la responsabilidad de los directivos de Mondragon para que aborden esta situación evitando promover enfrentamientos nocivos como estériles para el futuro del movimiento cooperativo y respetando la autonomía de decisión de las cooperativas”. El martes, el grupo de Oñati acusó al Grupo Mondragon de ejercer “una injerencia sin precedentes” contra “la libre adhesión y la autonomía de gestión del movimiento cooperativo vasco” con el fin de “condicionar su voluntad” de sus 2.789 socios. Asimismo, hizo público que éstos votarán en asamblea el próximo día 16 la salida de la corporación. El mismo día en que Orona votará también el nuevo modelo de relación.

En esta junta se propone, en concreto, “aprobar el nuevo modelo relacional” con la cooperativa “que consiste en acordar la baja de Ulma s. coop. en Mondragon y acuerdos derivados de la misma e instruir al Consejo Rector de Grupo Ulma para que trate de promover colaboraciones futuras con Mondragon para el desarrollo del movimiento cooperativo”.

La figura de cooperativa convenida no tiene derecho a participar en la estructura del grupo, lo que supondría que “dejan de ser cooperativas de base adheridas al Congreso como hasta ahora, no se les aplican las normas aprobadas por el Congreso, no participan con carácter general en los mecanismos de intercooperación y solidaridad de las cooperativas y, establecen en un convenio de duración anual los posibles ámbitos y compromisos de colaboración con Mondragon”.

Al respecto, la Corporación considera que “un planteamiento de esta entidad, que cambia la propia concepción de Mondragon, significaría la mayor revisión de cuentas que se ha realizado por el Congreso desde su constitución” y, en consecuencia, requeriría de “un proceso de trabajo y reflexión sereno, profundo y muy participativo”, por lo que debe implicar a todo el grupo. l

En corto

  • Recursos económicos. Ulma aclara que sus nueve cooperativas no dejarían de aportar recursos económicos ni humanos “a los grandes proyectos del Mondragon cooperativo como los de Laboral Kutxa, Lagun Aro o Mondragon Unibertsitatea, que han contribuido a desarrollar desde siempre en beneficio de sus socios y de la sociedad”.
  • Nuevo modelo de relación. Explica que el nuevo modelo de relación que defiende “tampoco supone riesgo alguno para la viabilidad del Mondragon corporativo” y que la “única consecuencia económica” sería que los 1,85 millones que destina a los fondos administrados por Mondragon Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, pasarían a ser gestionados por la fundación de Ulma.
  • Votación en asamblea. Tanto Ulma como Orona votarán en asamblea el próximo día 16 la salida de la corporación.