El director de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria, Emilio Titos, asegura que si los trabajadores rechazan este lunes en referéndum el preacuerdo alcanzado el pasado martes con la mayoría sindical será "el principio del fin del crecimiento" de la fábrica de Vitoria.

"En caso de que el resultado de la votación fuera negativo sería claramente una apuesta hacia el precipicio", ha advertido Titos en declaraciones a Radio Euskadi.

El máximo responsable de la planta de Vitoria confía si embargo en que este escenario no se produzca, y ha subrayado que el aval de la plantilla al texto acordado supondría un "éxito" para todas las personas "comprometidas con la creación de empleo y la generación de riqueza para la sociedad alavesa, el País Vasco, el conjunto del país y la Unión Europea".

Titos también ha incidido en que Mercedes es una "empresa tractora de referencia", y que tiene un "claro compromiso con la generación y el mantenimiento del empleo", además de "dar la mejor respuesta a los clientes". Igualmente, ha insistido en la importancia del preacuerdo logrado con UGT, CCOO, Ekintza y PIM.

"Es un acuerdo positivo porque habilita que la fábrica pueda seguir construyendo su futuro y que las inversiones autorizadas se lleven a cabo. Facilita que podamos seguir consolidando nuestro empleo y crear nuevo y que sigamos siendo una empresa tractora y líder en tecnologías aplicadas", ha defendido.

Este miércoles por la mañana, ELA, LAB y ESK, los tres sindicatos que no firmaron ayer el preacuerdo para la renovación del convenio alcanzado entre la mayoría sindical y la dirección de Mercedes, han decidido mantener las huelgas previstas desde hoy hasta el viernes.

La huelga convocada este miércoles por ELA, LAB y ESK ha vuelto a paralizar la actividad en la cadena de montaje de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria, que ha amanecido paralizada y tampoco se producirán las 700 furgonetas que cada jornada se ensamblan en la fábrica gasteiztarra.

El preacuerdo sellado este martes por la dirección de la fábrica con UGT, CCOO, Ekintza y PIM ha recrudecido la guerra interna en el comité. De hecho, CCOO asegura que el amplio seguimiento de la huelga de este miércoles se debe a que "mucha gente no quiere entrar en conflicto con sus compañeros ni con los piquetes".