"En todo este tiempo, SEA no ha ofrecido nada más que inmovilismo". De este modo comienza el comunicado con el que ayer ELA, CCOO y LAB, junto a USO, ESK y CGT, han anunciado la convocatoria de tres jornadas de huelga en el Metal alavés en mayo en favor de "un convenio digno". Los sindicatos llevaban ya casi dos meses advirtiendo de un endurecimiento de las protestas, con el convenio pendiente de renovación desde hace cuatro años.

De hecho, tras la última reunión de la mesa negociadora el pasado 25 de marzo, algunos de los sindicatos que integran la plataforma conjunta que ahora convoca estos tres días de huelga -CCOO, LAB, ESK, USO y CGT- ya avanzaron su intención de celebrar este mismo viernes día 8 paros de dos horas por turno y varias concentraciones al mediodía.

"Tras tres meses y cuatro reuniones, seguimos a la espera de una respuesta acorde con la situación por parte del SEA, dado que se siguen acumulando los problemas y la precariedad en el sector", han denunciado los sindicatos en el documento conjunto hecho público esta mañana.

En la reunión de la mesa negociadora mantenida el pasado 4 de marzo pareció atisbarse algún movimiento, aunque la parte sindical ya advirtió de que consideraba que los avances que había percibido en la patronal eran insuficientes, una opinión que las centrales mantuvieron tras el encuentro del día 25, que es el que ha desembocado en esta convocatoria de tres jornadas de huelga en el sector para los días 18, 24 y 26 de mayo. "El objetivo es lograr que la patronal se mueva y lograr firmar unos contenidos que respondan a los problemas del sector", añaden. En cualquier caso, antes de que lleguen estas jornadas de huelga en mayo, está previsto que la mesa negociadora del convenio del Metal alavés vuelva a reunirse el próximo martes día 12 de abril.

Demandas sindicales

La plataforma conjunta formada por estos seis sindicatos reclama para el nuevo convenio del Metal alavés subidas salariales por encima del IPC, con un salario mínimo de 1.400 euros en 14 pagas, rebaja "importante" de la jornada laboral, subrogación para el personal de las subcontratas, medidas contra el fraude en la contratación, limitación de la temporalidad y la flexibilidad, medidas para una igualdad real y efectiva y para garantizar la seguridad laboral y garantías de aplicación del convenio -ultraactividad, impedir la inaplicación unilateral y darle prioridad aplicativa-.

En esta larga y complicada negociación, además, se han cruzado los problemas añadidos que el tejido económico está sufriendo como consecuencia de la guerra en Ucrania, así como de la huelga en el transporte por carretera que afectó al movimiento de mercancías en pasadas semanas. Unas circunstancias que llevaron a SEA Empresas Alavesas a aprobar el pasado 21 de marzo una declaración institucional en la que, entre otras medidas, la patronal hizo un llamamiento específico a los trabajadores y a los sindicatos del territorio para aplazar "hasta que la situación se estabilice los procesos de negociación colectiva abiertos en las empresas y sectores".

De hecho, SEA advirtió en un estudio hecho público ese mismo día que un 29% de las empresas del territorio -un 38% en el caso concreto de la industria- corría el riesgo de tener que parar la actividad por efecto del incremento de los costes de la energía y de las materias primas.