- El Gobierno Vasco va a crear un observatorio de la cadena alimentaria y de la madera en Euskadi que establecerá unos costes de producción mínimos que los agentes que se adhieran a este mecanismo se comprometerían a respetar y a no trabajar con precios inferiores.

Esta es una de las conclusiones de la reunión que mantuvo ayer la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, con representantes de agricultores, ganaderos, pescadores y del sector de la madera para analizar los efectos de la guerra.

El Ejecutivo informó de que en la reunión los diferentes sectores manifestaron la certeza de que la invasión rusa va a generar problemas de desabastecimiento de elementos clave para la producción primaria, así como un alza de precios importante de las materias primas y de la energía. En este escenario, se intuye que los subsectores agroganaderos más afectados serán las fábricas de pienso y la ganadería, con incrementos en sus gastos de entre un 25% y un 40%, unas subidas que no se pueden repercutir en los consumidores.

Por lo que al sector pesquero se refiere, tanto los representantes de grandes congeladores como los de altura al fresco y los de bajura manifestaron que el “punto crítico” más importante es la situación “insostenible” que ha supuesto para la flota la escalada del precio del gasóleo, que ha pasado de suponer una cuarta parte de los costes totales, con un precio de 0,40 euros el litro, a más del 60% con un precio de 1 euro el litro.

El Ejecutivo de Gasteiz informó además de que los representantes de los sectores afectados pidieron un aumento de las ayudas estatales, el incremento de la flexibilidad interanual de cuotas como se hizo durante la pandemia, la exoneración de tasas portuarias, ayudas a ceses temporales de actividades pesqueras, la reducción del IVA y la exoneración o bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social, entre otras.

El Gobierno Vasco mostró su compromiso con el apoyo al sector primario y anunció entre otras medidas la constitución de Behatoki, el Observatorio de la Cadena Alimentaria y de la Madera de Euskadi.

Para su desarrollo, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente suscribió ayer un convenio con la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC).

El objetivo de este nuevo instrumento es que el coste de producción sea cuantificado y garantizado por parte de los agentes que operan en los diferentes eslabones de la cadena alimentaria. Con el trabajo de este observatorio se pretende además lograr un equilibrio en la cadena alimentaria para garantizar una competencia justa leal y efectiva, con el mantenimiento de un adecuado nivel de precios e informando de manera adecuada a los consumidores.

A la hora de fijar los precios se tendrán en cuenta indicadores de costes, que deberán ser “objetivos, transparentes y verificables y no manipulables”, y se establecerán teniendo en cuenta la normativa de competencia, dando rigor y seguridad jurídica a las relaciones comerciales en el sector, explicó el Gobierno Vasco.

En este sentido, la AVC velará por que el funcionamiento del observatorio de precios se ajuste tanto a la Ley de la Cadena Alimentaria como a la Ley de Defensa de la Competencia. El Gobierno Vasco está trabajando ya con los agentes de la cadena alimentaria para que se adhieran voluntariamente a este planteamiento y asuman los costes de producción establecidos como básicos, de manera que se comprometan a no rebajarlos.

El observatorio de precios fue bien acogido por el sector primario y Enba, la asociación de baserritarras, que destacó la participación de la Autoridad de la Competencia como garante del proceso.

La consejera Arantxa Tapia trasladó las conclusiones de esta reunión a la Conferencia Sectorial Agraria que se celebró horas después en Madrid y pidió un nuevo marco temporal para medidas de ayuda estatal dirigidas al sector, que podrían asimilarse a las establecidas como respuesta a la covid, dirigidas a empresas y autónomos.

Valoración de ENBA. La organización agraria ENBA ha valorado el anuncio del Gobierno Vasco de que creará un observatorio de la cadena alimentaria. ENBA se mostró ayer de acuerdo con que la adhesión al mismo sea voluntaria porque es “la mejor garantía para que el método ofrezca los mejores resultados”, pero advirtió de trabajará para que los consumidores “opten por aquellos que se adhieran y arrinconen a los que no”.