- El mercado del petróleo se enfrenta a la que puede ser “la mayor crisis de suministro en décadas” como consecuencia del desplome previsto de la oferta de crudo de Rusia tras las sanciones impuestas al país por la invasión de Ucrania. Esta es la advertencia que hizo ayer la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que revisa a la baja sus previsiones de aumento de la demanda global de petróleo por el impacto adverso del conflicto en las perspectivas de crecimiento mundial.
En la edición de marzo de su boletín mensual, la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta que la crisis desencadenada por la guerra puede provocar cambios duraderos en los mercados energéticos, aunque subraya que también ofrece oportunidades para acelerar la transición energética.
Desde el lado de la oferta, la AIE advierte de que la perspectiva de interrupciones a gran escala en la producción de petróleo en Rusia “amenaza con crear un shock en el suministro mundial”, ya que la producción del país podría perder unos 3 millones de barriles diarios (mb/d) de los alrededor de 8 mb/d de suministro por la implementación de sanciones.
Asimismo, señala que la OPEP+, por ahora, se ciñe a su acuerdo de aumentar la oferta solo de en cantidades mensuales modestas, además de que entre los países del cártel, solo Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos tienen una capacidad adicional sustancial para ayudar de inmediato a compensar el déficit de Rusia.
En cuanto a las expectativas de cualquier suministro adicional procedente de Irán, la AIE considera que los efectos podrían tardar meses, ya que las conversaciones sobre un acuerdo nuclear parecen estancadas, por lo que, más allá de la OPEP+, el aumento de la producción provendrá de Estados Unidos, Canadá, Brasil y Guyana, aunque cualquier potencial alcista a corto plazo es limitado.
Desde el lado de la demanda, la AIE estima que el aumento de los precios de las materias primas y las sanciones internacionales impuestas a Rusia tendrán un efecto depresor considerable sobre el crecimiento económico mundial, lo que lastrará el crecimiento del consumo de crudo. De este modo, la agencia ha revisado a la baja sus previsiones para la demanda global de petróleo, incluyendo un recorte de 1,3 mb/d para el consumo estimado entre el segundo y el cuarto trimestre de 2022, lo que supondrá para todo el año un ajuste a la baja de 950.000 barriles diarios del crecimiento previsto del consumo, que rondará los 2,1 mb/d en promedio para 2022.
Por otro lado, la AIE advierte de que las reservas totales de la industria en la OCDE se redujeron en 22,1 millones de barriles en enero, situándose en 2.621 millones de unidades, lo que implica su nivel más bajo desde abril de 2014.
De esta manera, las existencias de la industria serían suficientes para cubrir la demanda de 57,2 días, 13,6 días menos que el año anterior. Además, los datos preliminares de EEUU, Europa y Japón apuntan a que las existencias de la industria disminuyeron en otros 29,8 millones de barriles en febrero.