- La reforma laboral va a reducir la tasa de temporalidad laboral en España en diez puntos para final de año, calculó el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, quien consideró que la alta inflación va a complicar la negociación colectiva.

Hoya, quien participó en Iruñea en una asamblea informativa de la UGT sobre la reforma laboral, señaló a los medios de comunicación que esta normativa es “histórica” tanto por su contenido como por su “continente”, debido a la adhesión de CEOE y Cepyme. Es histórica, apuntó, “hasta por el modo en que se desarrolló la votación el día 3”, con el error de un diputado del PP.

Tras resaltar que este 2022 “debe ser un año de recuperación de derechos y de salarios”, apostó por un nuevo acuerdo de negociación colectiva con la patronal “para que podamos, desde la distancia pero desde el acuerdo, acordar una política de rentas que sea positiva para las empresas y los trabajadores”.

Desde la reforma laboral, manifestó, la negociación colectiva “ha cambiado”, ya que, con la recuperación de la ultraactividad de los convenios, “ya no nos sentamos a negociar desde la presión de la pérdida de derechos cuando pasaba un año del proceso negociador” y eso “nos da una posición de equilibrio, de fortaleza en las mesas negociadoras”.

El sindicalista subrayó que la reforma ya está teniendo resultados, porque “miles de trabajadores están transformando sus contratos que eran precarios en contratos fijos” y además “trabajadores de los sectores más precarios y peor pagados ya tienen subidas en torno a 2.000, 3.000 o 4.000 euros al año”.

Y hay sectores como el de la limpieza, que “trabajan siempre con subcontratación”, que “ya van a tener la obligación de aplicar el convenio sectorial”. A su juicio también está teniendo efectos en la temporalidad, porque en el mes de enero, “que es un mes históricamente donde no se crea mucho empleo, ya se ha visto el doble de la contratación indefinida que se hacía otros años”.