- El secretario general de CCOO, Unai Sordo, advirtió ayer al Gobierno central de que los sindicatos no apoyarán para este año una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) inferior a 25 o 30 euros al mes si no se garantiza que alcanzará los 1.000 euros al mes en 2022. “Sin ese compromiso, sería difícil creer que en 2023 podríamos llegar al 60% del salario medio”, precisó.

Sordo, en declaraciones al Canal 24 horas, insistió en que es posible un acuerdo si la negociación no se centra exclusivamente en la cifra de este 2021 y se amplía el diálogo a los dos años que restan de legislatura.

Esta cifra, añadió el líder de Comisiones, “no es ningún invento”, pues es un compromiso que ya adquirió la CEOE en el acuerdo de negociación colectiva que se firmó hace tres años y donde la patronal asumió el objetivo de que no hubiera ningún salario mínimo en convenio inferior a esta cantidad.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, incidió en que “no hay ninguna razón objetiva” que impida la subida de SMI en 2021 y recordó que la petición del sindicato es aplicar un incremento también de entre 25 y 30 euros para este año, por lo que no descartó convocar movilizaciones si no hay acuerdo y si la subida es finalmente de menor cuantía.

Mientras, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmó que el impacto que tiene sobre el empleo una subida del salario mínimo que lo sitúe en niveles “razonables y sensatos” es “pequeño y relativamente moderado”. “[La subida del SMI] puede afectar en algunos sectores y geografías de manera limitada. Uno no puede diseñar una política económica que beneficie a todos completamente. Siempre hay elegir y, en la elección, el efecto agregado de redistribución de renta claramente sobrepasa los costes pequeños que pueda tener sobre el empleo cuando uno se maneja en niveles de salarios mínimos razonables”, defendió.