- El Gobierno Vasco anunció ayer que propondrá al Ejecutivo español la creación de la figura de proyecto estratégico (PERTE) autonómico para facilitar la gestión y evitar la fragmentación en distintos ministerios de los proyectos que optan a los fondos europeos de recuperación. Se trata en definitiva de garantizar que las iniciativas no se diluyen en un esquema en el que prime el perfil sectorial y que dispongan de un canal propio, que abarque todas las etapas de las iniciativas, para engrasar y reforzar su puesta en marcha.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, volvió a criticar en el pleno de control del Parlamento que el Gobierno central “no ha consensuado” con los gobiernos autonómicos la gestión del fondo de rescate europeo. El camino ya está marcado, pero el Ejecutivo vasco cree que todavía ser puede blindar la integridad de sus propuestas industriales y pone sobre la mesa este nuevo mecanismo para que las comunidades no se vean “obligadas a trocear” sus proyectos.

Azpiazu informó de esta cuestión en su respuesta al parlamentario de PP+C’s Luis Gordillo, que preguntó al consejero sobre el “desfase” entre el plan España Puede enviado a Bruselas por el Gobierno central a los fondos del plan de recuperación europeo, y el plan Euskadi Next elaborado por el Gobierno Vasco.

Gordillo criticó que las medidas incluidas en el plan del Ejecutivo de Gasteiz son “superficiales, demasiado generales” y aseguró que el Ejecutivo central está “yendo a su bola” en este asunto, sin tener en cuenta a Euskadi. Se trata esta última de una cuestión que ha generado malestar en Lakua y que ha sido denunciada en varias ocasiones desde el Gabinete de Iñigo Urkullu. Precisamente, el lehendakari abordó este tema en la carta que le envió la semana pasada al presidente, Pedro Sánchez, reconociendo la sensación de desorientación del Gobierno Vasco a pesar de que está en juego la distribución eficaz del plan de rescate de la UE.

Los PERTE regionales permitirían afinar la llegada de ese dinero a Euskadi. Y Azpiazu adelantó que la segunda versión del Euskadi Next Generation, que se presentará a mediados de este mes de mayo, incluirá esta nueva figura. “Planteamos aprovechar las fortalezas de la comunidades autónomas como palancas sobre las que sostener e impulsar la transformación” de sus economías, ha subrayado Azpiazu.

En el caso de Euskadi, según recordó el consejero, su estrategia de especialización inteligente RIS 3 se ha volcado en el sector de la salud, las energías renovables y la industria inteligente. “Son ámbitos que nos permitirán competir globalmente” y que son el eje de los proyectos vascos, recordó.

Los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) son el mecanismo con el que el Gobierno español gestionará el dinero procedente de los fondos europeos para la salida de la crisis generada por la pandemia.

Lo que propone Euskadi es ajustar esa estructura y hacer una lectura más cercana a la realidad de cada autonomía, de modo que sean los gobiernos más pegados a las empresas los que hagan la labor de tracción de sus proyectos y sean las locomotoras que impulsen, mano a mano con las compañías, la economía hacia el escenario postcovid.

A su juicio, los PERTE regionales permitirán incidir en los sectores de especialización de cada comunidad y centrar las actuaciones que se diseñen en cada caso.

Más allá de la gestión, Azpiazu denunció también que el Gobierno Vasco está conociendo “a cuenta gotas” las líneas de inversión y las transferencias que en su caso le corresponderían al País Vasco, y criticó que en su diseño “no se ha tenido en cuenta el nivel desigual de desarrollo de las políticas públicas” de cada comunidad “y cuando se ha considerado, solo ha servido para penalizar a Euskadi en el reparto por su mejor posición”.

El consejero vasco estima que el Gobierno central “merma la posibilidad de emplear las fortalezas de país como palancas para la recuperación, la transformación y la resiliencia” porque la distribución de recursos entre Ministerios y el reparto posterior que éstos están realizando hacia las comunidades autónomas “se ha focalizado en mitigar debilidades en lugar de reforzar fortalezas”.

Respecto a los mecanismos de gobernanza establecidos por el Gobierno central, Azpiazu añadió que “no han quedado lo suficientemente establecidos”, ya que aunque “se ha hablado mucho de cogobernanza o gobernanza multinivel, parece que se ha reducido al ámbito de la implementación de un plan en cuya elaboración, las comunidades autónomas no han sido consultadas”.

Sobre la forma que utilizará el Ejecutivo vasco para acceder a estos fondos y canalizarlos, el consejero aclaró que “la fórmula de gobernanza está perfectamente identificada y recogida en la Ley de Presupuestos de Euskadi 2021”.

Límite 2023

La obligación de ejecutar los 70.000 millones de subvenciones en 2023 que plantea el Estado, “pone en serio riesgo la eficacia de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), y también la recepción de los mismos”, afirmó ayer el consejero Pedro Azpiazu. El motivo es que “Europa condiciona su entrega al cumplimiento de hitos y objetivos, que con los plazos que se manejan va a ser prácticamente imposible de realizar y nos veremos perjudicados en años sucesivos”.

140.000

El Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia incluye 70.000 millones de préstamos, además de los 70.000 millones de subvenciones y cuenta con cuatro pilares transversales: transición verde, transformación digital, cohesión social y territorial, e igualdad de género.