- La alfombra verde de hierba que se extiende frente al edificio que da cobijo a la sede de Tubacex en el Parque Tecnológico de Zamudio-Derio, se cubrió ayer a la mañana de cruces -colocadas por los trabajadores de las plantas de Llodio y Amurrio, en huelga indefinida desde el pasado 15 de febrero- que visibilizaban lo que iba a ocurrir, en torno a la una del mediodía y en un hotel de la capital vizcaína, donde los delegados sindicales recibieron el veredicto de la compañía en torno al largamente anunciado ERE, tras la finalización del período de consultas sin acuerdo y vencido el plazo de adscripción a las bajas incentivadas. Es decir, que finalmente serán 95 los trabajadores afectados por un despedido forzoso, tras aceptarse 22 bajas voluntarias y un total de 12 prejubilaciones.

Desde la compañía explicaban ayer que lo han hecho “asumiendo su responsabilidad y en aras a mantener el mayor empleo posible en estas plantas”, tras seis meses de negociación infructuosa con la representación sindical “que no ha aceptado propuestas alternativas de ajustes de condiciones estructurales”, a diferencia de lo ocurrido en el resto de las 20 plantas que forman el grupo en Europa, Asia y América. Y es que este proceso de reorganización industrial y ahorro de costes se inició en julio de 2020, cuando Tubacex comunicó la necesidad de reducir globalmente un 20% el coste de personal, equivalente a 500 puestos de trabajo (150 de ellos en las plantas alavesas), debido a la larga crisis del sector del petróleo y gas, así como al proceso global de descarbonización e impulso de las energías limpias que ha sido acelerado por la pandemia.

En aquel momento se presentó una propuesta a los representantes de los trabajadores, “basada en soluciones no traumáticas que permitieran reducir el coste laboral en 10 millones de euros y salvaguardar todos los puestos de trabajo”, que no fue aceptada por el comité de empresa que siempre ha esgrimido que los problemas de la empresa “son coyunturales y no estructurales”.

De hecho, los servicios jurídicos de los sindicatos están preparando las demandas correspondientes para que sean los tribunales de justicia los que tengan la última palabra en este conflicto, con el objetivo de conseguir la anulación de todos los despidos planteados por la compañía, que cerró 2020 con unas pérdidas de 25,3 millones de euros, “que provienen mayoritariamente de los resultados negativos de las plantas vascas”, frente a los 11 millones de beneficio que tuvo el año anterior.

Con todo, la empresa volvió a ofrecer ayer “la posibilidad de realizar ajustes en las condiciones laborales como alternativa para minimizar los despidos”, tras haber tratado de reducir el número, durante el período de consultas del ERE, mediante “medidas alternativas tales como prejubilaciones, bajas incentivadas o un plan de recolocaciones mejorado”, recordaron.

Por lo que respecta a las aclaraciones en torno al expediente de regulación temporal de empleo, que también está sobre la mesa, no se conocerán hasta “la próxima semana, dentro del plazo legalmente establecido”. Las últimas noticias en torno a este ERTE hablaban de una afectación del 60% de la jornada laboral y hasta septiembre para el resto de la plantilla (en la actualidad 800 operarios).

Así las cosas, el conflicto continúa y la huelga indefinida también. A juicio de ELA, durante el mes de negociación del ERE “se desmontaron todas y cada una de las causas alegadas por la multinacional vasca para destruir empleo, por lo que la plantilla sigue en lucha”. Desde este sindicato también denunciaron “la pasividad de las instituciones Vascas, en este caso con una responsabilidad añadida ya que se trata del cuarto mayor accionista de la empresa”.

En este sentido, instaron directamente a la consejería de Empleo “a asumir la responsabilidad que le corresponde y a través de la Inspección de Trabajo se moje y declare que no existen causas para despedir y dejar en entredicho el futuro de tantas familias”, subrayaron, sin olvidarse de dar las gracias por todo el apoyo recibido por la plantilla de Tubacex, de parte de todo el tejido social de la comarca de Aiaraldea, en estos duros momentos.

En un comunicado, LAB se manifestó en sentido similar, y advirtió “a las instituciones tanto locales, como al Gobierno Vasco y la consejería de Industria, que ya no vale solo con la solidaridad y las declaraciones vacías; que debe dar un paso adelante y posicionarse claramente en contra de los despidos y trabajar para que estos no se lleven a cabo”. En esta línea, este sindicato insistió en que no va “a admitir ni un solo despido y que el camino para frenar eso sigue siendo la lucha que están llevando a cabo los y las trabajadoras de Tubacex, hasta que el último de las y los despedidos se reincorpore a su puesto de trabajo”.

No en vano, a las muchas movilizaciones llevadas a cabo en las últimas semanas se le sumará el lunes, a las 10.00 horas en la Herriko Plaza de Llodio, otra lanzada desde los comités de empresa de toda la comarca, a la que ya han dado su conformidad desde Autoglass, Guardian, Vidrala, Envases o Amurrio Ferrocarril y Equipos, pasando por Imegar, Supermercados Berrik, Maderas Llodio, Montajes Mecánicos Jauregui o Inauxa, hasta Deguisa, Jez, Tubos Reunidos, ITP-PCB, la junta de personal del Ayuntamiento de Llodio o Laudio Ikastola.

“Somos conscientes de que si sucede algo en Tubacex nos afecta a todos y no podemos permitir esta destrucción de empleo planteado por la dirección de la multinacional con origen en Laudio, y menos aun cuando es una empresa que tiene y ha tenido innumerables exenciones fiscales avaladas por el Gobierno Vasco. Es por todo ello y tras ver la mecha de solidaridad de clase prendida en Aiaraldea que queremos ir más allá y mostrar un apoyo total de todas las empresas de la comarca, para que nuestros compañeros y compañeras de Tubacex se sientan una vez más arropados por parte de la clase trabajadora de la zona”, reza el comunicado, que emplaza a todos y todas las trabajadoras de las empresas de Aiaraldea a sumarse al acto.

Éste consistirá en una quedada de todas las empresas adheridas a este llamamiento en la Herriko Plaza de Llodio, a las 10.00 horas del lunes 22, para salir en manifestación hacia la portería de Tubacex. “Una vez allí nos juntaremos con los compañeros y compañeras de Tubacex y saldremos en una gran manifestación en defensa del empleo por las calles de Laudio, acabando de nuevo en la Herriko Plaza”, sentencian desde los comités de empresa de toda Aiaraldea.