La crisis provocada por la pandemia de covid-19 ha supuesto una caída acumulada superior al 21% en obra nueva y de rehabilitación en Euskadi y Nafarroa, según los datos aportados por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro y recogidos en el Barómetro de Arquitectura y Edificación de 2020.

El estudio, que tiene como objetivo ofrecer a la sociedad la percepción de los arquitectos de Euskadi y Navarra de la evolución del sector, ha sido realizado en función de un sondeo realizado entre el pasado 4 y el 27 de septiembre con la participación de 846 colegiados.

Desde el Colegio han explicado que este informe refleja "una instantánea poco alentadora" para el sector vasco-navarro con respecto al mismo periodo del año anterior, en la que "la actividad profesional ha empeorado en la segunda mitad del año, la percepción sobre la evolución de la actividad es negativa y se prevé un impacto prolongado de la crisis".

Entre otros datos, se recoge que la superficie de obra nueva visada residencial y no residencial ha caído un 21% hasta septiembre respecto al mismo periodo de 2019. El mayor descenso se registró en mayo, con un 39,2% menos que en el mismo mes del año pasado.

Por su parte, la superficie visada rehabilitada, en residencial y no residencial, ha caído un 26%. Teniendo en cuenta sólo la no residencial, la caída interanual acumulada supera el 38%.

El número de viviendas nuevas ha caído un 14% y hasta el pasado mes de septiembre han disminuido en 11.046 con respecto al mismo periodo de 2019. También el número de inmuebles rehabilitados de forma integral y parcial se ha reducido un 6% hasta septiembre, con 18.337 rehabilitaciones visadas frente a las 19.432 del mismo periodo del ejercicio anterior.

El 89,3% de los encuestados en este informe indica que, hasta septiembre, no se detectaron contagios por covid-19 en ninguna de las obras en las que ejerce la dirección facultativa. El 10,5% de quienes sí han detectado casos señala entre uno y dos casos, con incidencia similar en obra nueva y en rehabilitación.

IMPACTO PROLONGADO

La actividad profesional empeoró para el 59,23% de los encuestados en la segunda mitad del año por el impacto de la covid-19 y la percepción sobre la evolución de la actividad en arquitectura y edificación es "negativa". En concreto, la mitad prevé un impacto prolongado de la crisis y "esta desconfianza es mayor entre quienes se dedican a obra nueva", ha explicado el Colegio.

Los bajos honorarios profesionales son considerados el principal problema para el colectivo (68%) y tanto el exceso de burocracia (66%) como de normativa (49%) son otros de los principales problemas para la profesión. También el retraso en la concesión de licencias es percibido como un problema importante (45%).

Para el 72%, las competencias profesionales no reguladas no son consideradas como problema y las condiciones laborales de los arquitectos asalariados sólo son consideradas importantes para un 17%.