- "No podemos aplicar medidas drásticas en una coyuntura que a todas luces es temporal. Menos aún podemos tomar como base esta coyuntura puntual para crear un ambiente de incertidumbre y tensión de cara al inicio de la negociación de un nuevo convenio, como pretende la empresa". En estos contundentes términos se dirigió ayer el comité de empresa de la planta de Mercedes Benz en Gasteiz en un comunicado a la plantilla, tras la reunión mantenida con la dirección la empresa por la mañana.
El pasado lunes, tal como informó este diario, la compañía avanzó su decisión de aplicar durante el primer trimestre de 2021 un ajuste en la capacidad productiva de los turnos "reduciendo la velocidad de fabricación de uno de ellos", ante "el enorme desfase" entre capacidad de producción y demanda. La dirección ratificó ayer al comité estos planes, "cuya consecuencia más directa es la de prescindir de gran parte de la plantilla eventual", afirmó la representación sindical, que está compuesta por casi 500 trabajadores. Aunque no se ha precisado la cifra de empleados eventuales que podrían verse afectados, fuentes citadas por Europa Press, señalaron que la empresa prescindirá de "los máximos que puedan" y que ya en diciembre no se les renovarán los contratos a muchos de ellos.
La dirección también comunicó que, por el momento, no se plantea la aplicación de un ERE ni el despido de ningún trabajador fijo.
La factoría mantiene sus últimas previsiones, de manera que espera cerrar el año con 125.000 unidades ensambladas, muy lejos de las 152.200 que preveía antes de la irrupción de la pandemia y del "retraso en la homologación de los motores OM6454 y y a la media de emisiones WLTP que exige la UE". Una perspectiva que mejora relativamente de cara a 2021, afectado por las mismas incertidumbres en los mercados internacionales, con una previsión de fabricación de 131.500 unidades.
De este modo, el plan inicial de la dirección de la planta es que durante la semana del 14 de diciembre se comiencen a realizar las pruebas para el cambio de tacto en uno de los tres turnos, de manera que a la vuelta de las navidades se comience a trabajar con dos turnos y medio, rebajando las unidades ensambladas por jornada de 700 a 570. "La producción en ese modelo durante esos tres primeros meses -afirmó ayer el comité- equivale a no producir durante diez días en tres meses con el modelo actual".
El comité recordó el acuerdo de ERTE firmado en marzo con la empresa, donde se comprometía a que, "dada la incertidumbre actual", si era necesario recurrir a otro ERTE por la pandemia sería en las mismas condiciones del primero. El comité entiende que la empresa no cumple su compromiso, "seguramente porque sea más rentable dejar en la calle al colectivo eventual que aplicar un ERTE de 10 días a toda la plantilla, compensando el 80% del salario bruto como dice el acuerdo incumplido". De este modo, la representación de la plantilla insistió en que la situación que lleva a la empresa a reducir producción y, en consecuencia, plantilla es, a su juicio, "una coyuntura temporal donde no sobra nadie, falta compromiso sobre lo acordado". "No aceptamos la imposición y la amenaza constante de la dirección", insistió el comité, que celebrará el próximo lunes un pleno extraordinario para tratar la situación.
"Estamos en una coyuntura temporal donde no sobra nadie. Falta compromiso sobre lo acordado", denuncia el comité