- “No es el momento de subir los impuestos ahora porque ello agudizaría la recesión económica en la que estamos”, señalaron ayer los directivos de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, director de Desarrollo de Negocio y Joseba Madariaga, responsable del Servicio de Estudios, con motivo de la presentación del tradicional informe sobre la economía vasca en el último año y las previsiones para el presente.
Y la recesión, según la entidad financiera vasca Laboral Kutxa, es más que importante porque se estima una caída del PIB en la Comunidad Autónoma Vasca del -8,9% este año y del -8,6% en Nafarroa lo que hará que la tasa de paro se eleve hasta el 14,2% en la CAV y al 13,2% en tierras navarras. Eso sí, si no hay recaídas sanitarias de la pandemia de coronavirus, la economía podría crecer el próximo año en torno al 7% y al 6,8%, respectivamente, en los dos territorios vascos citados.
Que los directivos de Laboral Kutxa no sean partidarios de aumentar la presión fiscal a corto plazo no significa, señalaron, que en el futuro no haya que tomar medidas para hacer frente a la factura de la crisis, en forma de mayor endeudamiento, lo que puede situar la deuda española en cotas del 120% del PIB tras un déficit público del 10% este ejercicio. “A medio plazo y cuando se recupere la senda de crecimiento económico habrá que consolidar las cuentas públicas y no hay recetas mágicas o se reduce el gasto público o se aumentan los ingresos fiscales” indicaron.
Una frase resume perfectamente la magnitud de descalabro que el “apagón” de la actividad por la pandemia de coronavirus ha producido en la economía vasca: “En dos meses, hemos perdido dos años”.
Pese a ello, la cooperativa de crédito vasco estima, con todas las incertidumbres existentes que son muchas, que, si no se materializa ningún nuevo escenario de estrés, 2021 será un ejercicio en el que se volverá a la senda positiva “aunque no lo suficiente para compensar la caída pues se requerirán al menos dos años para recuperar los niveles precrisis”.
La entidad financiera vasca adelantó las previsiones de evolución económica para este año, “este ejercicio hay grandes diferencias entre unos analistas y otros”, y dejó claro que teniendo en cuenta la crisis derivada de la pandemia de coronavirus, el PIB caerá este año un 8,9% en Euskadi, y un poco menos en Nafarroa (-8,6%), un descenso menor que el estimado para el conjunto del Estado español (-9,4%).
De cara a 2021 prevé una recuperación con un crecimiento del PIB del 7% en la CAV y del 6,8%, en la Comunidad Foral navarra, en línea con el 6,9% del Estado.
Con esta evolución, la tasa de paro al cerrar este año en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, se situará en el 14,2% cuando tras un lustro de crecimiento se había conseguido dejarla por debajo de los dos dígitos, en concreto en el 9,2%, mientras que el próximo 2021, siempre y cuando se ratifique el crecimiento del PIB estimado, se reducirá al 12,7%. Así las cosas, el empleo en la CAV caerá un 7,3% en este ejercicio y crecerá un 5,6% el próximo.
En este escenario -y en el que el crecimiento de la economía vasca, una economía exportadora, también depende de la velocidad de recuperación de otros países que no van al mismo ritmo que Euskadi en relación a la crisis sanitaria-, los directivos de Laboral Kutxa consideran que el empleo en Euskadi no volverá a los niveles anteriores a la crisis hasta el año 2023.
En relación a este mismo tema, el del empleo, Laboral Kutxa considera que, si bien la aplicación de los Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE) ha servido para atenuar y contener la destrucción de puestos de trabajo tanto en Euskadi como en el Estado, “es previsible que a partir de ahora se produzcan cierres de empresas, lo que repercutirá negativamente en el empleo” y “el deterioro del mercado laboral, tanto a nivel de Euskadi como de España, se prolongará durante los próximos meses”.
Tanto Urgoiti como Madariaga destacaron que, “si bien el apagón de la economía tras una crisis como la actual fue razonablemente rápido de implementar, la puesta en marcha de la actividad y la producción no es tan sencilla y va a requerir de más tiempo”.
La razón de esta evolución, que viene a descartar una recuperación relativamente rápida en V, estaría según Joseba Madariaga, en que la pandemia ha producido un “doble shock” tanto en la demanda como en la oferta ya que como se está viendo en la calles todos los días “se ha dejado de consumir, producir e invertir”, todo ello, además, en un contexto en el que sigue “un elevado nivel de incertidumbre” planeando sobre el futuro a corto plazo.
Un aspecto positivo en medio de este escenario es, según Joseba Madariaga, que a diferencia de en la crisis anterior de 2008, “las autoridades económicas europeas han actuado con contundencia y rapidez”. Además existe un fondo de recuperación europeo que pueda ayudar a invertir en sectores de futuro. “Creo que saldremos de la crisis con más Europa”, concluyó el directivo de Laboral Kutxa.
PIB. El informe de la entidad financiera vasca destaca que en el pasado año, la economía de la CAV cerró un lustro de crecimiento positivo, entre el 2,2% y el 3,3%. En 2019 terminó con un crecimiento del Producto Interior Bruto de la CAV del 2,2%, del 2,6% en Nafarroa y del 2% en España, por encima del 1,3% de la Eurozona. De cara a este año, el PIB caerá un -8,9% en la CAV y un -8,6% en Nafarroa, un descenso menor que el estimado para el conjunto del Estado, -9,4%.
El responsable del servicio de estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, señaló que las autoridades económicas han actuado esta vez “con contundencia y rapidez, algo necesario para combatir la profundidad de esa recesión por lo que creo que saldremos de la crisis con más Europa”.
+7%
El informe de Laboral Kutxa señala que si no hay un rebrote de la pandemia y en un contexto de progresiva normalización, en 2021 la economía de la CAV podría crecer el 7%; la de Nafarroa, el 6,8%; y el PIB del Estado español, el 6,9%.