- Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20, reunidos ayer en una cumbre virtual, respaldaron unánimemente la aplicación desde el 1 de mayo y hasta el final de 2020 de una suspensión temporal de los pagos del servicio de la deuda de aquellos países pobres que lo soliciten en línea con los términos también acordados por el Club de París.
De este modo, “todos los acreedores oficiales bilaterales participarán en esta iniciativa”, de conformidad con sus leyes nacionales y procedimientos internos, recoge el comunicado emitido. “Hacemos un llamamiento a los acreedores privados para que tomen parte en la iniciativa en términos comparables”, añade el G20.
Según lo pactado, la suspensión del pago “del principal y de los intereses” de la deuda comenzará el 1 de mayo y estará vigente hasta final de 2020, aunque los acreedores considerarán la posibilidad de acordar una ampliación del plazo a lo largo del año y en función de una evaluación de las necesidades de liquidez de los países elegibles por el FMI y el Banco Mundial.
Cada país beneficiario de la moratoria deberá emplear el espacio fiscal generado para aumentar su gasto sanitario, social o económico en respuesta a la crisis y se prevé poner en marcha un sistema de monitorización de las instituciones financieras internacionales, que proporcionarán asistencia técnica para lograrlo.
El FMI y el Banco Mundial propusieron a finales de marzo que los tenedores de deuda de países pobres aplacen los pagos para ayudarles a luchar contra la pandemia. Los países del G7, reunidos ayer, habían ya expresado su respaldo a la medida a expensas de que esta fuese apoyada por el G20 y rubricada en el Club de París.