- El presidente de Faconauto, la asociación de concesionarios de automóviles, Gerardo Pérez, analiza la complicada situación actual de un sector que es la primera industria de España, tras el turismo, y la primera del País Vasco. "El mercado de ventas de coches va a caer cerca del 60% y se necesitarán medidas de apoyo, tipo plan renove, como el vasco que tendría que extenderse a toda España, y suspender las medidas sancionadoras de la CE para implantar un coche eléctrico que tiene una demanda insuficiente y que la gente no va a poder pagar a corto plazo porque de esta vamos a salir más pobres".
¿Qué peso tiene el sector del automóvil en España y el de los concesionarios en el País Vasco ?
-En el caso concreto del País Vasco estamos hablando de un total de 106 concesionarios, que facturan unos 1.762 millones de euros anuales y que emplean a cerca de 6.500 personas. En Navarra contamos con 44 concesionarios que mueven unos 539 millones de euros con 1.600 trabajadores. Si tenemos en cuenta en porcentaje del PIB, los concesionarios en la CAV representan cerca del 3,2% del PIB pero el sector del automóvil en el País Vasco supone directamente el 12,5% de la economía y el 10,5% en España.
¿Cómo está el sector a día de hoy?
-Absolutamente cerrados todos los expositores por decreto. Solo permanecen unos servicios mínimos en los talleres para reparaciones de urgencias, con un 10% de la plantilla, pero con un impacto en la facturación de apenas un 1 %. El negocio está totalmente cerrado, y se están articulando ERTE por causa de fuerza mayor para intentar mantener el empleo, pero estamos hablando de 161.000 personas, y cada día que se permanece sin actividad aumentan los daños, hasta el punto que podemos perder 35.000 empleos si no hay apoyos suficientes para relanzar las ventas.
¿Cuantos automóviles pueden estar en stock en el conjunto del mercado español?
-Estamos hablando de un volumen de 200.000 coches en stock, porque además de cerrar, el decreto nos cogió con muchos vehículos en tránsito.
Con esta coyuntura seguirá el proceso de concentración empresarial en el sector de concesionarios de automóviles ?
-Sí. Pese la situación de incertidumbre hay una realidad que es que la concentración ya estaba produciendo porque en general las empresas españolas son pequeñas y la concentración es importante para ganar tamaño y poder afrontar la digitalización que viene.
¿Cómo valoran las medidas del Gobierno español?
-El primer paquete de medidas que se puso encima de la mesa contenía algunos aspectos interesantes, tanto para los trabajadores como para los empresarios. Pero ahora, la verdad es que no estamos contentos ni con la ruptura del dialogo social, ni con que los ERTE, que son por causa mayor, no se valoren igual en todos los territorios. Hace falta más coordinación.
¿El día después necesitará medidas especiales para arrancar?
-Sin duda. Será preciso un plan de relanzamiento potente para el sector del automóvil porque la consigna es vender, vender y vender. Pero más que las ayudas, lo más importante es aclararle las dudas al consumidor para que se compre el coche que quiera, sin preocuparse por restricciones, ni otras incertidumbres. Junto con el turismo somos la gallina de los huevos de oro de la economía española, y sabemos que el turismo tardará en reactivarse porque la gente va a tomarse su tiempo antes de dejar de tener miedo a viajar. Por ello también es importante apostar fuerte por la automoción.
¿Sería preciso poner en marcha un plan renove al estilo de los implantados en Euskadi?
—Es el mejor ejemplo. El Gobierno Vasco, con el que tenemos una magnífica relación y entiende perfectamente la importancia del sector de automoción en la economía, ha hecho las cosas bien. Su plan renove mantiene la neutralidad tecnológica porque ayuda a renovar el parque automovilístico para reducir emisiones y ganar seguridad en los vehículos pero permite adquirir un coche con motor de gasolina, diesel, de gas etc. Y obviamente incentiva más a los eléctricos pero no discrimina ninguna tecnología. Es un ejemplo que tendría que aplicarse en España.
¿La transición al coche eléctrico tendrá que esperar y ponerse en moratoria?
-Creo que es algo obvio. Es que no tiene sentido mantener la normativa europea de emisiones en medio de una crisis como esta. Hemos solicitado su suspensión durante este año. Ahora tenemos que salvar las cuentas de resultados como sea. Estamos seguros que la Comisión Europea dará marcha atrás y habrá una moratoria. El cliente todavía no demanda ciertas motorizaciones como la eléctrica cuya incentivación acelerada beneficia a China en detrimento de Europa, cuya industria de automoción es la que menos contamina del mundo.
¿Se precisa más certidumbre?
-Esto es clave para el día después, eliminar incertidumbre sobre las motorizaciones. Porque el mercado ya estaba bajando, en torno al 6-7%, en parte por las desconfianza que desde ciertas instancias se había lanzado a los mercados sobre ciertas tecnologías, caso del diésel que son muy eficientes. Por eso el principal obstáculo que encontramos en nuestro sector es que la compra de vehículos está muy ligada a la certidumbre en el medio plazo que tiene el consumidor. Por ello, necesitamos un plan para incentivar esa demanda.
Qué reducción de mercado esperan tras esta pandemia .
-Las noticias que vienen de China no son muy esperanzadoras. Hoy en día estamos barajando que el mercado saldrá con descensos del 60%, y si se hacen las cosas bien nos gustaría que fuese un 45% al fin de año.
¿Van a seguir soportando las automatriculaciones que imponen los fabricantes?
-No. No a los niveles de los últimos años. Eso se ha acabado. Nosotros vamos a trabajar junto a los fabricantes para que haya una moratoria en este protocolo. Lo que sí es cierto es que la red de concesionarios de coches no iba a soportar el peso de este protocolo. De ninguna de las maneras vamos a afrontar el nivel de automatriculaciones que se venía haciendo antes de la crisis. Si hay algún fabricante que piensa que vamos a volver como si nada hubiera ocurrido, está absolutamente equivocado. Y es que el sector no puede está en situación de gran vulnerabilidad. Se estaban automatriculando a tasas del 10% y los concesionarios no pueden sostener financieramente el tener el dinero en un coche almacenado. Además como había amenazas de sanciones europeas a los fabricantes para reducir emisiones teníamos que automatricular coches eléctricos que hoy tienen una salida muy difícil.
¿Ven un descenso de los precios cuando se reabra el mercado?
-Sí, porque hay un número muy importante de coches sin vender. Tenemos 200.000 coches en stock y tanto los concesionarios como los fabricantes necesitan liquidez e ingresar dinero en sus cuentas. Por ello el consumidor que acuda a un concesionarios en los próximos meses va a tener importantes descuentos.
¿Se complica la interlocución del sector cuando hay al menos tres ministerios concernidos: Industria, Transición y Movilidad?
-Sí, sobre todo si los objetivos y los mensajes de unos y otros no siempre son coincidentes. Nosotros estamos más cómodos con un interlocutor único como Industria.
"El sector de concesionarios solamente en la CAV factura unos 1.700 millones anuales y emplea a 6.500 personas"
"Hay un stock de 200.000 coches en los concesionarios. Habrá rebajas de precios notables"
"El Gobierno Vasco entiende perfectamente la gran importancia del sector del automóvil en la economía"