Las empresas vascas no esenciales han vuelto hoy a la actividad, sobre todo en la construcción, mientras que la industria ha regresado solo a una cuarta parte de su capacidad y con el protagonismo para las precauciones sanitarias. Control de temperatura a la entrada, distancia entre operarios, mascarillas, geles o el acceso escalonado a diversas horas han sido la norma hoy.
Según la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, la vuelta se ha desarrollado sin incidencias destacadas y entre el 20 y el 25 por ciento de la capacidad total de la industria. Ha sido la construcción la que ha vuelto con más vigor, según ELA.
Tras un mes en el que las principales fábricas de Euskadi han estado paradas, la más grande en arrancar hoy ha sido Michelin de Gasteiz. Mercedes, la que más trabajadores tiene, ha pospuesto su vuelta al día 27.
Michelin es el ejemplo de la situación general: ha arrancado con solo el 25 por ciento de la plantilla, -unos 800 de sus 3.300 trabajadores-, y con los operarios entrando en tres turnos, cada media hora en vez de todos a la vez.
Primero ha abierto unas líneas de producción y a partir del 20 incorporará progresivamente a toda su plantilla.
Es la situación -precauciones sanitarias y producción al ralentí- que se ha repetido en otras que han reanudado hoy su actividad como Irizar (autobuses), que ha vuelto con solo una línea de producción.
Sidenor (Basauri), que fabrica aceros especiales para la automoción, lo mismo: tras tomar la temperatura a sus empleados, solo ha abierto la línea de "Expediciones", es decir, la salida del material ya fabricado hacia los clientes.
Este martes también han reanudado su trabajo Bridgestone (neumáticos), con plantas en Basauri y Usánsolo, y Aernnova (estructuras eólicas), en Berantevilla.
En las cooperativas industriales de la Corporación Mondragón la actividad también se sitúa entre el 20 y el 25 %, aunque se prevé que aumente la próxima semana.
Pero la vuelta paulatina y con incertidumbre en los pedidos también trae incógnitas en la situación laboral: hay varias empresas que se plantean Ertes, como ITP Aero, Arcelor -que tiene cerrada la ACB de Sestao-, los fabricantes de tubos Tubacex (Llodio y Amurrio), y Tubos Reunidos (en Amurrio y Trapagaran), lo mismo que otra empresa fuerte del valle de Ayala, Guardian Llodio.
La que ha regresado con más brío ha sido la construcción, tanto en la vertiente de las grandes obras públicas, como el tren de alta velocidad o la SuperSur, como en los edificios de viviendas.
Aunque no ha habido grandes protestas de los trabajadores -como sí hubo en semanas anteriores con plantes que llegaron a parar factorías como Sidenor-, los sindicatos nacionalistas han planteado críticas.
Planes de prevención
Así, el secretario general de Industria y Construcción de ELA, Unai Martínez, ha comentado a EFE su preocupación por la construcción, porque "no vemos diferencias sustanciales entre las formas de trabajar de antes y las de ahora".
"Mantenimiento de las distancias, el uso de elementos comunes, las mascarillas, que nadie sabe cada cuánto hay que cambiarlas...", son cuestiones en las que ELA ha visto fallos. Por eso, va a interponer algunas denuncias contra empresas de la construcción por incumplimiento de las medidas de prevención.
El dirigente sindical ha comentado que en la industria, por el propio parón del mercado, se ha notado poco la reanudación. Como ejemplo, "Sidenor pensaba volver hoy con normalidad y lo ha retrasado; el parón del mercado se nota".
Tanto ELA como LAB se han quejado de que las empresas no han presentado planes detallados de prevención. "Se han limitado a un corta y pega de las instrucciones de los gobiernos, lo que nos ha llevado a muchas discusiones en las empresas sobre cómo aplicar las medidas"