- Los clústeres industriales vascos llevan varias semanas, en algunos casos meses, preparándose para lo inevitable: la colisión del coronavirus con la economía. DNA se ha puesto en contacto con todos ellos para analizar la situación. Algunos entran a valorar esta crisis "sobrevenida" que nada tiene que ver con el ciclo productivo y otros prefieren no pronunciarse hasta tener más datos de cómo les puede afectar.

Sin embargo todos coinciden en que la correa de transmisión de la economía se ha roto, en que hay que reforzar las defensas para encajar el impacto. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció el sábado que la suspensión de actividades no esenciales no se prolongará más allá de la Semana Santa. Seguirán no obstante cerrados los comercios no alimentarios, la hostelería y los centros educativos. El pulso del consumo continuará siendo plano y las empresas auxiliares de esos segmentos -industria textil, distribución de productos a bares y restaurantes o academias de extraescolares, entre otras- prolongarán su situación de inactividad.

La industria confía en reabrir paulatinamente sus puertas a partir del próximo 13 de abril, pero el ritmo dependerá de los pedidos y las expectativas son en general bajas. De modo que los clúster de automoción, energía, informática y sector naval no tienen base en estos momentos para realizar una predicción de sus ventas este año.

Coinciden, eso sí, en que los ingresos bajaran y en que la mayoría de las compañías registrará pérdidas.

El Gobierno Vasco ha sido el primero que se ha aventurado a ponerle números al desplome que se intuye. Según la revisión del crecimiento del PIB hecha pública el pasado sábado, la industria vasca caerá un 3,9% en 2020. La parte positiva es que una vez superado el golpe, la recuperación será rápida y el sector repuntará un 3% el próximo año.

Una perspectiva que parece cercana, pero que en el día a día de las empresas será toda una travesía en el desierto. Por ello, Gaia, el clúster de la informática, considera clave que las compañías dispongan de "circulante y tesorería suficiente para aguantar" a través de programas de refinanciación.

El Foro Marítimo vasco reclama y trabaja en ello con la patronal comunitaria Sea Europea que "se mantenga abiertos los servicios de las cadenas logísticas marinas", imprescindible para garantizar el transporte de mercancías en barco, lo que garantizaría la actividad en las compañías ligadas a ese ámbito.

El clúster de la energía, por su parte, destaca el trabajo que está realizando junto al Gobierno Vasco para detectar qué eslabones de la cadena de distribución de electricidad, petróleo y gas pueden mantener sus puertas abiertas. Todos buscan fórmulas para, con "todas las garantías de seguridad", seguir trabajando y minimizar así el impacto de una crisis tan singular que ningún sector es capaz de predecir en qué medida asfixiará a las empresas y condicionará su futuro.

El sector más afectado. Al margen del sector primario, cuya influencia en el PIB es más limitada, la industria vasca será la actividad productiva más afectada por el impacto del coronavirus en la economía. El motivo es que se verá afectada tanto por el frenazo en los mercados exteriores como por el descenso del consumo de los hogares de Euskadi, que retrasarán algunas compras y renunciarán a una buena parte de ellas.

-3,9%

A pesar de que las empresas desconocen todavía cómo les va a afectar esta crisis, el Gobierno Vasco estima que las actividades manufactureras en su conjunto caerán este año casi un 4%. El segundo trimestre será el más negativo, con un desplome de 6,8%, y a partir de ahí empezará a corregirse la curva.

Rápida recuperación. El sector transformador confía en que la recuperación sea relativamente rápida, debido a que no se trata de una crisis económica, sino de los efectos en la economía de un problema sanitario.

+3%

Con la misma lectura, el Gobierno Vasco prevé que la industria lidere el próximo año el crecimiento del tejido productivo.

Resto de sectores. Tras la industria, los servicios, el sector con más impacto en el PIB vasco, también caerá más de un 3% este año y su recuperación será más lenta, con un crecimiento del 2,2% en 2021, según las previsiones del Gobierno Vasco, la construcción recibirá un impacto menor (-2,5%), pero tardará más en reactivarse y solo crecerá un 1,7% el próximo año.