- Con carga de trabajo para este año y el próximo, los astilleros de Euskadi vuelven a estar en una situación delicada. “El cierre de la actividad que no sea esencial nos está dejando muy tocados y la verdad es que estamos a verlas venir”, subraya Javier López de la Calle, director gerente del Foro Marítimo vasco. Lo más preocupante a su juicio es que el margen de actuación de las empresas del sector es mínima. “Esta crisis es como una ciclogénesis, que viene sobrevenida, y a esto hay que añadir que se están tomando decisiones que no provienen de un plan de emergencia con sus pautas y organización, se está dando bandazos y poniendo parches que no entendemos muy bien”, afirma en relación a algunas de las actuaciones del Gobierno español.

En su opinión, el Ejecutivo de Pedro Sánchez debería hacer todo lo posible por mantener encendida la llama de la actividad. “Hay empresas que podrían haber seguido funcionando respetando las normas de seguridad y salud laboral y las específicas para el coronavirus por encima de todo”, remarca.

El anuncio de que se levantarán las restricciones a la actividad económica tras la Semana Santa dará aire al sector marítimo vasco, pero López de la Calle sostiene el carácter esencial de la industria del mar. Para garantizar el transporte marítimo de mercancías es necesario que sigan abiertos los fabricantes de motores navales y de otros componentes de cara a solucionar averías, pero también son vitales los remolcadores que acompañan a los barcos en la entrada a puerto.

No se han tenido en cuenta estas cuestiones y el parón del sector es ahora una amenaza para la entrega en plazo de pedidos, que en caso de no producirse conllevaría sobre el papel una penalización. A la espera de que se vaya produciendo la apertura paulatina de las empresas, y, en medio de una “total incertidumbre”, el director gerente del Foro Marítimo solo tiene claro que “esto va a tener un precio humano altísimo, a nivel sanitario, empresarial y laboral”.

Por ello, López de la Calle estima que “ahora es el momento de intentar salvar muebles”. Trabajar en definitiva de cara a que el impacto, muy difícil de medir todavía, sea lo más pequeño posible.

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La industria naval vasca (astilleros, armadores mercantes y de pesca e industria auxiliar ronda los 2.900 millones de euros de facturación y supone el 2,2% del PIB vasco.

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Las empresas del Foro Marítimo suman más de 13.700 empleados.