Gasteiz - “En el programa del Gobierno no hay mención de una semana laboral de cuatro días. El tema no está en los planes del Gobierno (...) No ha habido ninguna actividad reciente”, apunta un tuit de la cuenta oficial del Ejecutivo finlandés. Fue ayer la reacción oficial del nuevo Ejecutivo finlandés ante la expectación levantada después de que la recién nombrada primera ministra, Sanna Marin, pidiera que se implemente en todo el país un horario de trabajo flexible basado en una semana laboral de cuatro días y una jornada de seis horas por día.

“Creo que las personas merecen pasar más tiempo con sus familias, seres queridos, pasatiempos y otros aspectos de la vida, como la cultura. Este podría ser el siguiente paso para nosotros en la vida laboral”, explicó Marin el pasado agosto, durante una convención de su partido meses antes de ser nombrada primera ministra finlandesa -el pasado diciembre- cuando era ministra de Transporte. Marin, de 34 años, pertenece al Partido Social Demócrata y lidera una coalición de centroizquierda de cinco partidos, totalmente dirigida por mujeres. Los finlandeses trabajan un promedio de unas 40 horas durante una semana laboral de cinco días, según la oficina de estadísticas

El país destaca por estar a la vanguardia en lo que refiere a la flexibilización de los horarios de trabajo y durante décadas ha estado experimentando cambios. En 1996 puso en marcha el Pacto de Horas de Trabajo, una ley que otorga a la mayoría de los empleados el derecho de ajustar sus horas de trabajo hasta tres horas antes o más tarde al comenzar o terminar. - DNA