Gasteiz - Más allá del Producto Interior Bruto per cápita y su componente más numérico que real, el Instituto Vasco de Estadística Eustat también elabora un informe que es una radiografía del gasto de los hogares y que permite conocer a qué dedican sus ingresos los ciudadanos.
¿En qué gastan su dinero los vascos? Según la estadística de 2018, cada vasco gastó un total de 14.406 euros el año pasado. La cifra se eleva hasta algo más de 34.200 euros por cada hogar. El 47,2% del dinero de las familias se destina a la vivienda y el mantenimiento del hogar (33,5%) y a la alimentación (13,7%). El pago de la hipoteca o del alquiler supone el mayor esfuerzo, en torno a un tercio del salario, de forma que se desvirtúa la comparación con otros componentes.
Así, el conjunto del gasto destinados a vivienda, agua, electricidad y los gastos corrientes de la casa en Euskadi rozó los 10.400 millones el año pasado. Para poner en valor esa cifra basta con compararla con los Presupuestos Vascos de 2018, que ascendieron a 11.486 millones de euros, sólo mil millones más. Ese año, cada vasco destinó 4.830 euros a vivienda, muy lejos del gasto dedicado a la alimentación (1.974 euros). El tercer gran foco de gastos de las familias vascas son los restaurantes y hoteles, con 1.530 euros por habitante y casi 4.700 euros por hogar. El transporte también rondó esas cifras el año pasado.
alcohol y tabaco En el extremo opuesto, según Eustat, cada vasco dedicó solo 187 euros de su renta a bebidas alcohólicas y tabaco en 2018 y 236 euros a enseñanza. El gasto en comunicaciones y sanidad ronda el 3% del presupuesto de cada vasco, mientras que vestido y calzado, muebles y ocio y cultura se sitúan en una zona templada de la lista, con un impacto cercano al 5% en el gasto.
En cuanto a la tendencia, el año pasado aumentó en un 1,6% el dinero gastado por cada vasco. Se encadenaron de este modo cuatro ejercicios de crecimiento y se dejó atrás el estancamiento (0,06%) registrado en 2017. El capítulo con mayor incremento el año pasado fue el de los muebles y artículos para el hogar (10%), seguido de la sanidad (6,5%), el vestido y calzado (5,2%) y la enseñanza (4,4%). El gasto en vivienda también creció significativamente, un 3%. En cambio, bajó el presupuesto asignado a ocio y cultura (-0,4%), bebidas alcohólicas y tabaco (-3,6%) y, sobre todo, restaurantes y hoteles (-5,85%). Se trata del primer retroceso del gasto registrado en la hostelería desde 2013, en lo que podría interpretarse como un síntoma de cautela en un contexto de desaceleración de la economía. - A.D.M,