Vitoria - El viento sopla a favor del empleo en los meses de primavera y verano, y Euskadi los está aprovechando para seguir dando pasos hacia el techo histórico de trabajadores afiliados a la Seguridad Social. En junio el avance fue de 4.130 nuevos cotizantes, lo que sitúa el total por encima de 973.000, a menos de 10.000 afiliados del máximo marcado antes de la crisis, en concreto en julio de 2008. Las previsiones oficiales apuntan a que el nivel de empleo seguirá progresando en los próximos meses para cerrar el año a un suspiro del récord.
Ha sido un buen mes de junio, con un avance de la afiliación a la Seguridad Social que dobla la mejoría del mismo mes del año pasado. Los grandes sectores se reparten el crecimiento del empleo de forma equilibrada, con medio millar más de afiliados en la construcción, unos 1.500 más en la industria y el resto, algo más de 2.000, en las diversas actividades terciarias.
Dentro de este último grupo hay comportamientos dispares. En junio crece por encima del resto el sector sanitario, que suma más de 5.000 nuevos afiliados. Se nota así el efecto de las contrataciones en hospitales y centros de salud para cubrir las vacaciones de verano, sustituciones que han sido determinantes en el buen balance del mes. Ocurre lo contrario en el caso de la educación, que pierde 2.500 trabajadores al concluir el curso escolar. A pesar de encontrarnos a las puertas del verano también deja malos números la hostelería, que sufre un cierto retroceso después del acelerón de los meses anteriores, una caída que compensan el comercio y el transporte.
Cada sector evoluciona a su ritmo con su propio componente estacional. Pero en líneas generales Euskadi sigue mejorando sus cifras globales de ocupación y acercándose a los niveles anteriores a la crisis. Los datos del Ministerio de Trabajo registran 4.000 cotizantes más en un mes y casi 20.000 más en un año, lo que supone mantener el ritmo de mejora interanual, algo que últimamente estaba costando más en un contexto de pérdida de velocidad económica.
Euskadi rozó en el verano de 2008 los 983.000 afiliados a la Seguridad Social, llegando a caer a los 865.000 cinco años después. Los últimos años han ido reflotando el número de cotizantes, de manera que los 973.417 afiliados de junio suponen solo 9.500 menos que el máximo histórico. El Ejecutivo vasco estima que a lo largo de este año se generarán unos 16.000 puestos de trabajo a tiempo completo, lo que supondría que de aquí a diciembre la Seguridad Social debe recuperar al menos 5.000 cotizantes más. Incluso podrían ser más puesto que los datos que se corresponden con las altas en la Seguridad social incluyen los contratos a tiempo parcial. Por tanto, y a pesar de que el final del verano suele hacer retroceder el empleo, todo apunta a que el mercado laboral vasco cerrará el año a un paso muy corto del récord.
De hecho, este hito ya lo ha logrado Gipuzkoa al superar en junio el listón de los 326.000 trabajadores. No ocurre así en Álava, todavía a unos 1.500 afiliados del máximo histórico, ni tampoco en Bizkaia, comparativamente bastante más lejos. El territorio vizcaíno superó de largo los 495.000 cotizantes hace once años, es decir, hay que recuperar 9.000 más para rebasar esa cifra.
bajada del paro El paro bajó en 2.530 personas en junio, pero en este caso la cifra global continúa muy por encima del nivel anterior a la crisis. Es algo que sucede en el conjunto del Estado, que los sindicatos explican por el perfil de los nuevos empleos, más intermitentes y que no permiten reducir la cola del desempleo en la misma proporción.
La elevada temporalidad hace posible que una misma persona acumule en el mismo mes varias altas a la Seguridad Social pero llegado el día 30 se encuentre de nuevo en el desempleo. Esto empuja hacia arriba la media mensual de afiliados sin que baje el número de parados. Otro factor clave es el ascenso de la población que busca activamente trabajo a medida que se ha ido reactivando la contratación.
En junio había registrados como parados en Lanbide 111.300 vascos, 9.000 menos que hace un año. El mínimo nivel de paro registrado en las oficinas de empleo fue de 75.000 personas, 36.000 menos que ahora, una brecha que se abre hasta los 50.000 en comparación con el mínimo estimado en 2008 por el INE.