Donostia - El lehendakari, Iñigo Urkullu, destacó ayer la alianza de las administraciones y las empresas vascas como uno de los resortes de crecimiento de la economía. Urkullu participó en la celebración del 75 aniversario de Salva Industrial, una compañía guipuzcoana, fabricante de maquinaria y hornos para panadería, repostería y hostelería. Salva está ubicada en Lezo, en la comarca de Oarsoaldea, que se encuentra entre las zonas de la CAV que el Gobierno Vasco considera desfavorecidas y para las que ha diseñado un plan estratégico que las relance económica y socialmente.
Urkullu alabó la trayectoria de Salva Industrial, que, además, mantiene el carácter de empresa familiar con el que se fundó. Durante su intervención, el lehendakari recordó que la comarca de Oarsoaldea junto con Ezkerraldea forman parte del plan de choque del Ejecutivo que persigue acelerar la recuperación en esa zonas más castigadas por la crisis.
Para financiar estas iniciativas, Lakua ha destinado 22 millones de euros a Oarsoaldea y otros 21 a compartir con Ezkerraldea. “Salva se erige en modelo a seguir en nuestra apuesta por la reactivación industrial de la comarca”, añadió Urkullu, para incidir precisamente en esta colaboración entre el tejido empresarial privado y las administraciones públicas con la meta común de situar en niveles de excelencia las economías de todas las comarcas vascas.
El lehendakari definió como “un ecosistema económico más competitivo y atractivo” el modelo impulsado por Lakua y que se basa en “cercanía y escucha, estrategia compartida y colaboración”. Destacó este último aspecto y puso como ejemplo a Salva Industrial, que también ha recibido el apoyo de Lakua a través de sus programas de fortalecimiento industrial, en concreto de Indartu.
Características como la calidad, la innovación, la internacionalización o la fabricación avanzada han sido factores clave que han determinado el apoyo del Gobierno vasco a esta firma guipuzcoana. “La experiencia ha sido positiva y este modelo de trabajo nos marca el camino a seguir”.
El lehendakari centró su discurso en la apuesta por la colaboración pública y privada ante una asistencia con amplia representación institucional conformada, entre otros, por el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano y la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. “Nuestro elemento diferencial posiblemente sea una cultura de colaboración, un modelo empresarial diferente, más pegado al mercado, más inclusivo y participativo”, señaló Urkullu, para añadir que esta fórmula está dando resultados en una economía vasca cada vez más introducida en los mercados globales, caracterizados por la incertidumbre y por niveles de competencia cada vez mayores. Así, recordó que el año 2018 se cerrará con un crecimiento económico por encima del 2,5% y con un incremento del 2% en la creación de empleo, lo que significa encadenar el quinto año consecutivo de resultados positivos.
El lehendakari extendió el reconocimiento realizado ayer a Salva Industrial a todas las empresas, pero realizó una mención especial a aquellas firmas “invisibles” que “contribuyen con discreción y modestia al crecimiento de la economía real”. “Euskadi crece, crea empleo y es más competitiva”, subrayó.