BILBAO - El presidente del CRL, Tomás Arrieta, defendió ayer que el sistema público de pensiones como un bien “irrenunciable” pero abogó por establecer también sistemas complementarios de pensiones y, para ello, reclamó apoyo público y “repensar la fiscalidad”. Las palabras de Arrieta entran de lleno en el debate generado por la apuesta de las administraciones vascas por establecer medidas tributarias que incentiven la previsión social voluntarias a través de EPSV de empleo en las empresas, con aportaciones de la compañía y los trabajadores.
Precisamente, el diputado general de Araba, Ramiro González, insistió en Gasteiz en que, aunque la base del sistema deben ser las pensiones públicas, es necesario complementarlas con las aportaciones a EPSV y con planes de pensiones privados. Por ello animó al Gobierno Vasco y a las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa a trabajar la parte fiscal y a negociar y consensuar un modelo que incentive desde el punto de vista tributario estas figuras
Por su parte, el presidente del CRL defendió este tipo de actuaciones en Bilbao, donde participó en un coloquio con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de las entidades gestoras de la Seguridad Social y del Instituto Nacional de Empleo (Inem).
En su intervención, Arrieta afirmó “con absoluta rotundidad” que el primer nivel de proteción público es “absolutamente irrenunciable”, algo recogido en la Constitución, y la sostenibilidad y la suficiencia del sistema público también es “irrenunciable”. No obstante, a su juicio, el segmento de prestaciones complementarias de las prestaciones públicas de empleo, y asentadas en los acuerdos y en los convenios, son “estrictamente necesarios”.
Arrieta cree que lo primero que hay que hacer es un relato “coherente, sensato y valiente” sobre lo que ello supone y defendió “sacar los planes de empleo de la dicotomía perversa entre lo público y lo privado”. Este segundo pilar de la Seguridad Social “no es un nivel de seguridad social privada sino de base contributiva”. Por lo tanto, no considera que suponga “la irrupción de una seguridad social privada en él ámbito de la Seguridad Social pública” que es lo que genera “recelos”.
Para evitar ese extremo, la apuesta por las EPSV debe contar con el compromiso de los agentes sociales, ya que, si no lo tiene, no se llegará “muy lejos”. En esa línea, Arrieta afirmó que ese apoyo no está garantizado en el caso de los empresarios, porque temen un “sobrecoste”, y los sindicatos, porque estiman que se puede “abrir el portillo a la entrada de intereses privados” en el sistema. - E.P.