Riad - Fue sin duda uno de los grandes, si no el proyecto bandera, de la Marca España, un adjudicación que se calculó en su día en más de 6.700 millones de euros a un consorcio público-privado de doce empresas, Al Shoula, integrado por las empresas Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo y las saudíes Al Shoula y Al Rosan. Y ayer precisamente se celebró el acto inaugural de esta línea ferroviaria de Alta Velocidad que une las ciudades saudíes de La Meca y Medina y que empezará a operar el próximo 4 de octubre, según fuentes oficiales saudíes. La obra, que une las dos ciudades a través de 450 kilómetros de desierto, cuenta con presencia vasca en la medida en que Talgo ha sido la encargada de aportar 36 trenes del modelo Talgo 350 construidos en sus instalaciones de Rivabellosa.

Un acto inaugural el de ayer al que asistió el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, pero que contó con una representación institucional española de bajo perfil, algo llamativo teniendo en cuenta que el AVE a La Meca es el contrato de mayor valor logrado por empresas españolas fuera de España y fue adjudicado en 2011 por un total de 6.736 millones de euros, aunque por los ajustes en el proyecto el coste ya supera los 7.000 millones. El embajador español en el país, Álvaro Iranzo Gutiérrez, encabezó la delegación española en la que tomaron parte el presidente del consorcio constructor, Jorge Segrelles, y representantes de las compañías que lo conforman. El ministro español de Fomento, José Luis Ábalos, no viajó a Riad y participó curiosamente en un acto en Granada sobre la futura llegada de la alta velocidad a la ciudad. La inauguración de este proyecto se ha producido prácticamente coincidiendo con la polémica en la que se vio inmerso el Gobierno de Pedro Sánchez en torno a la venta de armas a Arabia Saudí.

Polémicas al margen, el director ejecutivo de la compañía saudí de trenes, Bashar al Malek, indicó que en nueve días empezará “realmente” el funcionamiento comercial de la línea inaugurada ayer oficialmente por el rey saudí. Agregó que las autoridades esperan que el AVE supere “las dificultades y obstáculos” que han causado su retraso, principalmente por las tormentas de arena que puedan bloquear las vías del tren. El trazado de la vía atraviesa zonas llanas de desierto, algunas de ellas con vientos laterales que arrojan arena a la vía, que han obligado al consorcio español a aplicar 30 tecnologías de última generación para el modelo que cubrirá la línea (el Talgo 350 Haramain) con el fin de adaptarse a la arena y al calor. La misma fuente indicó que este proyecto “reforzará la infraestructura saudí”, aunque el objetivo principal es “servir a los musulmanes y al islam ya que este tren facilita el transporte de los peregrinos entre las dos ciudades sagradas”.

El AVE a la Meca no estará en servicio a pleno rendimiento hasta dentro de un año, en septiembre de 2019, para cuando está programado que circule todos los días y a la velocidad de 300 kilómetros por hora para la que está diseñado. En esta primera fase que se extenderá durante su primer año, circulará a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, cuatro días a la semana (martes, jueves, viernes y sábado) y con paradas en dos de las cinco estaciones que tendrá la línea, la de Yeda y la de Kaec, la ciudad económica.

Los trabajos del consorcio español se iniciaron en 2012 e incluyen el diseño, la construcción de la vía y sistemas, el suministro de 35 trenes comerciales y uno de lujo para el rey, además de la operación y mantenimiento del ferrocarril durante doce años. - Efe/E.P.