MADRID - El Gobierno ha levantado el pie del acelerador en el tema de la progresiva reducción de los motores de tecnología diésel y ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, matizó que la subida de impuestos será “progresiva” y que cualquier regulación que adopte el Gobierno en esta línea excluirá “expresamente” a transportistas profesionales y a autónomos. Montero afirmó que la equiparación entre los impuestos que soportan el gasóleo, ahora más bajo, y la gasolina “no incidirá” sobre las cuentas de resultados de las pequeñas y medianas empresas o autónomos ni de aquellos sectores que puedan ser “vulnerables” en el desarrollo de su actividad.

La titular de Hacienda defendió que la subida de impuestos al gasóleo que utilizan los motores diésel planteada por el Ejecutivo español está en línea con las recomendaciones de Europa. “Es un camino que hay que recorrer progresivamente para eliminar prácticas que puedan ser contaminantes con el medio ambiente o nocivas para la salud, como ya han hecho ayuntamientos de grandes ciudades con las limitaciones al tráfico (de los vehículos diésel más contaminantes)”, subrayó.

disuasión En este sentido, Montero afirmó que esta subida de impuestos al diésel para equipararlo con la gasolina no se producirá de un día para otro, sino que será un “camino progresivo” con el que intentar “disuadir” la utilización de este carburante como fórmula más utilizada por los españoles.

“Es responsabilidad del Gobierno contribuir a corregir todo aquello que sea nocivo para la salud y malo para el medio ambiente. El ministerio de Transición Ecológica trabaja, entre otras muchas medidas, en todo aquello que Europa dice que es necesario para contribuir en esta línea”, agregó.

La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó esta semana que el diésel “tiene los días contados” y que su “impacto” en la calidad del aire “es lo suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida”. - E. P.