Bilbao - Dirección y comité de Productos Tubulares volvieron a verse ayer las caras tras la presentación hace una semana del ERE para despedir a 157 trabajadores, entre otros ajustes. Ayer los representantes de la empresa, del despacho Sagardoy, se limitaron a trasladar la documentación mínima poder aplicar el ERE, según denunció la plantilla, “ocultando” información relativa a la situación de la fábrica que podría ayudar a abrir un proceso negociador y evitar despidos. El comité mostró un gran malestar tras el encuentro y advirtió de que se intensificarán las movilizaciones hasta que se retiren los despidos y se acuerde un plan de viabilidad.
Los trabajadores de la planta situada en el barrio de Galindo, entre Trapagaran y Sestao, cumplieron el pasado sábado el primer mes en huelga indefinida, coincidiendo con el desarrollo de una multitudinaria manifestación por las calles del municipio sestaoarra. Desde que se conoció que el grupo Tubos Reunidos iba a acometer una reestructuración en su filial vizcaína, los trabajadores han llevado a cabo diversas protestas en las que han evidenciado su malestar con la actual dirección que encabeza Guillermo Ulacia. En una de ellas se produjo incluso un encontronazo verbal entre la plantilla y el propio Ulacia cuando el directivo se presentó ante los trabajadores para proponer al comité la celebración de una reunión para hablar de la situación.
Los sindicatos denuncian precisamente que, en las dos citas formales producidas dentro del periodo de consultas, la dirección no ha facilitado una radiografía completa sobre el mal momento económico que atraviesa la fábrica vizcaína de tubos sin soldadura y, en especial, sobre las posibilidades que existen para mantener la actividad con toda la plantilla. El portavoz del comité, Unai Anillo, de ELA, explicó que la documentación transmitida por la dirección para avalar el ERE hace referencia al último plan de mejora de la productividad Transforma 360º, que Tubos Reunidos puso en marcha el año pasado para intentar hacer frente a la complicada situación del mercado, pero lo hace únicamente para remarcar que no ha tenido el impacto suficiente como para evitar las pérdidas y la batería de ajustes, que además de 157 despidos incluye rebajas salariales del 25% y un aumento de la jornada.
Los trabajadores piden profundizar en ese aspecto y analizar qué caminos puede recorrer Productos Tubulares para salvar la acería de Galindo y mantener los 400 empleos. En 2016, sin ir más lejos, la fábrica ya estuvo bajo un ERE temporal con el que casi toda la plantilla estuvo trabajando a semanas alternas y que permitió esquivar las medidas traumáticas.
“Ha sido una tomadura de pelo. Solo nos dan los datos preceptivos para poder presentar el ERE”, denunció el portavoz del comité, que exigió un plan de viabilidad sin recortes de plantilla. “No nos dan los informes que pedimos y da la sensación de que solo quieren alargar esto para cumplir con el periodo de consultas”, censuró Anillo tras el encuentro, en el que las partes se emplazaron para el próximo martes. El comité ya prepara nuevas movilizaciones para estos días, entre ellas una marcha el sábado desde la fábrica hasta el ayuntamiento de Barakaldo.
mediación El comité valoró positivamente la disposición del Gobierno Vasco a intervenir en el conflicto aunque lamentó que aun no haya sobre la mesa “propuestas concretas” para mantener la actividad. El lunes la consejera Arantxa Tapia pidió a los accionistas del fabricante de tubos, entre ellos el BBVA, que se impliquen en el mantenimiento del empleo de la planta de Trapagaran y se mostró dispuesta a ayudar a su viabilidad.
Ayer el líder de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, reclamó en Onda Vasca al Gobierno Vasco “que no se ponga de perfil” cuando las cosas “van mal dadas” y pidió “un plan industrial de futuro” en Productos Tubulares.
Un 13,74% más. El grupo Tubos Reunidos se disparó ayer en Bolsa después de que el Gobierno Vasco se ofreciera el lunes a ayudar al mantenimiento de todas las plantas productivas del grupo, incluida la filial Productos Tubulares.
Desplome en 2018. El grupo vasco de tubos se ha desplomado en lo que va de año más del 50% en la Bolsa ante los malos resultados cosechados en los últimos ejercicios, si bien ayer logró maquillar la evolución.